En primera línea de batalla

S.F.L.
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Animada por familiares y amigos, Laura, una joven burebana tomó una de las decisiones más importantes de su vida: dejar España y probar suerte en Manchester, donde ejerce como enfermera

Laura, con raíces de Calzada de Bureba, tiene experiencia en la UCI y en el servicio de Urgencias y Emergencias. - Foto: DB

Las pocas expectativas de encontrar trabajo en España y las ganas de vivir una experiencia nueva y diferente motivaron a Laura, una joven enfermera burebana, a dar el paso más importante de su vida y trasladarse a Inglaterra a trabajar. Desde 2016 ejerce su profesión en un hospital regional de Manchester en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y desde hace poco menos de seis meses en el servicio de Urgencias y Emergencias. Asegura que en el país anglosajón la pandemia lleva un retraso de una semana con respecto a España. «Se conocían casos, pero como eran muy aislados y escondidos bajo el diagnostico de neumonía, el Primer Ministro decidió que la economía del país era más importante, por lo que no fue hasta finales de marzo cuando se empezó el confinamiento, concretamente el fin de semana del 21», expone.

No obstante, según las declaraciones de la de Calzada de Bureba, el confinamiento no es tan estricto como en España. Hay una serie de recomendaciones básicas, pero en Inglaterra se ha permitido salir una hora al día para hacer deporte o pasear. Sin embargo, no hay nadie controlando el tiempo de estancia al aire libre. Tampoco es obligatorio el uso de mascarillas ni de guantes, aunque en los supermercados intentan mantener las medidas higiénicas recomendadas. Cuando hace buen tiempo, se puede ver mucha gente en la calle, pero sí que es cierto, que no hay grupos grandes y que se intenta respetar bastante la distancia de seguridad. En los hospitales y residencias de ancianos, al igual que en España, están restringidas las visitas de los familiares.

Las tres primeras semanas de abril correspondieron al periodo en el que más se notó la llegada del virus, siendo la segunda la más complicada, en la que «observamos un aumento de pacientes intubados, de manera que una enfermera en vez de cuidar un paciente que sería lo normal, podría cuidar dos, tres e incluso cuatro», manifiesta.

Cabe destacar que en el sistema sanitario inglés actual no hay una auxiliar de enfermería asignada a cada enfermera, por lo que la carga de trabajo es mayor. Durante estas fechas, decidió trabajar más en UCI que en el servicio de Urgencias ya que estaban más a falta de personal. «A pesar de las circunstancias, encontré el reto interesante y me sentía muy satisfecha con mi trabajo cada vez que llegaba a casa. Aunque tuve compañeros sobrepasados, yo me sentía mentalmente preparada gracias a lo que me habían contado amigas y compañeras que trabajan en España», declara Laura. De normal suele trabajar 35 horas semanales pero durante las tres primeras semanas de abril llegó a 48. Cree que hubiera podido trabajar más pero quiso limitar su exposición a la carga viral dado su condición de asmática.

El asunto más duro para ella es que los profesionales sanitarios sean los responsables directos de contar las buenas y malas noticias a los familiares. Recuerda a un paciente de 70 años en el Servicio de Urgencias que acudió con los síntomas característicos del coronavirus.

El hombre, muy asustado y asustado y con solo artritis en su historial clínico acabó siendo intubado e ingresado en la UCI. La enfermera fue la responsable de llamar a la mujer y contarle el proceso que se llevaría a cabo. «Fue muy conmovedor ver como se despedían por teléfono. Lo cuidé un día pero días después supe que no superó la batalla. Me dio mucha pena saber que yo fui la última persona en escuchar la conversación entre ellos», expone.

Por otro lado, le resulta muy gratificante ver como un paciente se recupera después de haber estado ingresado. La última vez que Laura estuvo con su familia fue en Navidad y es posible que hasta verano -en caso de que se pueda- no vuelva. «La peor parte es no poder ver a las abuelas pero mi familia intenta hacerme videollamadas siempre que están con ellas», apunta.