Jesús Arzubialde, maestro de Primaria en Logroño e ingeniero técnico forestal con 11 años de experiencia en el mundo de la cooperación internacional con la ONG Entreculturas, sabe de lo que habla a sus 62 años. Y en su opinión, las propuestas de la asociación Ábrego, Desarrollo y Medio Ambiente siguen «un modelo muy interesante que se da en pocos lugares de España, lo que hace de Burgos una provincia puntera en este aspecto». Él es una de las 23 personas que esta semana disfrutan del Encuentro Estival de Saberes Tradicionales que Ábrego ha organizado en Santelices de Valdeporres.
Como algunos otros participantes en el encuentro, Arzubialde estuvo en veranos pasados en dos ARTIM, el gran encuentro internacional de medio ambiente y tradiciones que comenzó a celebrarse en Espinosa de los Monteros en 2014 y que hasta la llegada de la pandemia había acumulado cinco exitosas ediciones con centenares de artimers de toda Europa.
En Santelices, el sabor internacional lo ponen estos días los voluntarios franceses y alemanes del Cuerpo Europeo de Solidaridad que colaboran con los coordinadores de Ábrego. Ayer, mientras el experto Dani Ezquerra, de La Huerta de Quintana -de Valdivielso-, se ocupaba de impartir las clases de las ‘Hortiolimpiadas’ de agroecología, unos voluntarios cocinaban y otros preparaban una teatralización de la historia de Andrómeda y Casiopea para la carrera de orientación que disfrutarán todos el sábado en medio de la naturaleza.
Este encuentro ha atraído a jóvenes y no tan jóvenes de Burgos, País Vasco, Zaragoza, Madrid, Valencia o Soria. En común tienen las ganas de saber más sobre agricultura ecológica, soberanía alimentaria y saberes tradicionales, pero también de contactar con personas con sus inquietudes y crear redes de colaboración. Nadie se ha arrepentido de participar en esta propuesta que arrancó el lunes. Al contrario, le ponen sobresaliente.
Amaia Guillán, profesora de Primaria de San Sebastián y muy interesada en las temáticas del encuentro, conoció en Granada a unas jóvenes de Burgos que le hablaron de Ábrego y aquí se ha venido gracias a ellas. Le encantó el taller de feminismo del lunes y está fijándose especialmente en la forma de dinamizar las actividades para ponerlo en práctica en su labor como monitora de tiempo libre.
Eder Gutiérrez viene de Burgos y supo del encuentro por Instagram. Le interesa mucho aprender sobre naturaleza y el mundo rural. Ha estudiado Arte contemporáneo y «vivir en el mundo rural es una opción que quiero conocer», señala. Otros, como Yolanda, de Bilbao, se nota que ya saben mucho de botánica y cultivos. Esta educadora social quiere aplicar sus conocimientos sobre agroecología al desarrollo de huertos terapéuticos con personas dependientes.
Desde Valencia llega Borja Cerezo, un ingeniero agrónomo que desea ampliar sus conocimientos sobre agroecología más allá de los conocimientos que le proporcionó la universidad. Ya estuvo el pasado año en Santelices en un curso sobre agricultura regenerativa que organizó Ábrego y este verano ha repetido porque asegura seguir aprendiendo gracias a esta iniciativa, al igual que el resto de sus compañeros.
Lo harán gracias a profesionales como Ezquerra o como Alipio Muñiz, que mañana les acercará a todo lo que rodea la soberanía alimentaria y les hablará de alimentación y cocina. El viernes llegará a Santelices Héctor Castrillejo, de la Universidad Rural del Cerrato (Palencia), que les acercará a conocimientos ancestrales que pasaban de padres a hijos por la tradición oral y les ayudaban a subsistir y obtener lo mejor de la tierra. Y es que el lema de Ábrego, como del ARTIM, sigue siendo que ‘Todo lo cría la Tierra’.
Recital poético. Asimismo, Castrillejo junto a Carlos Herrero, de el grupo de música étnica ibérica El Naán, serán los protagonistas de la única propuesta abierta a los vecinos y ofrecerán el viernes un recital poético titulado La desaparición de las luciérnagas. Será a partir de las diez de la noche en las antiguas escuelas de Santelices. Mientras, el grueso de las actividades tienen lugar en el cuartel general del albergue Camino Olvidado, donde la próxima semana se celebrará una segunda propuesta de Ábrego, las jornadas de música tradicional y percusión ibérica, con sus 25 plazas ya cubiertas.