El 2020 lleva marcado en el calendario sindical desde el pasado 14 de julio de 2017, cuando tras varios meses de intensas y duras negociaciones, CCOO, UGT y Femebur plasmaron el acuerdo que aprobaba el convenio del metal, el más importante de cuantos se establecen en Burgos y que ‘afecta’ a cerca de 20.000 trabajadores. Este cerró subidas salariales del 1,9% para el año en curso y el siguiente, mientras que en 2019 el incremento sería del 1,75%. Además, ese ejercicio se incluyó un día al plus convenio mensual que perciben los empleados, lo que añadirá entre un 0,4 y 0,5% a la nómina según la categoría. La situación se calmó, y no fue hasta ayer cuando UGT inició los primeros mecanismos para poner de nuevo en marcha el proceso de negociación colectiva.
El sindicato reunió en su sede a más de un centenar de delegados de las compañías incluidas en este sector que operan en la provincia, y entre todos acordaron las principales demandas que reivindicarán en esta ocasión.Primero habrán de planteárselas a la otra organización de trabajadores mayoritaria,CCOO y o bien llegar a un acuerdo para acudir a la mesa de negociación de forma conjunta o bien hacerlo por separado ante la patronal, Femebur. Entre las principales líneas,UGT aboga por una subida salarial del 3% -el mismo incremento que propusieron al inicio de las conversaciones del anterior convenio- con garantía de un punto por encima del IPC, mejoras en términos de igualdad o de prevención de riesgos laborales.
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