Luis García -dueño de Casa Martín- y Diego González -propietario de LODI (montajes industriales)- ya eran amigos pero durante el confinamiento intimaron aún más. El segundo, un cocinillas, frecuentó más de lo habitual el restaurante situado detrás del MEH para ayudar en la elaboración de paellas por encargo cuando los establecimientos tuvieron que cerrar por el estado de alarma. Con la reapertura, la cuestión de los aforos y la conversión de las terrazas en el principal foco de atracción de clientes, Diego se puso a darle a la cabeza para  diseñar módulos cubiertos que protejan del aire y del frío a los clientes.

La idea seguía rondando su cabeza sin tomar forma hasta que hace cosa de un mes un hecho puntual le llevó ponerse en serio en el diseño de una solución. En la terraza que Casa Martín ha instalado en dos plazas de aparcamiento de la calle del Burgense, «una señora tuvo que abandonarla, incómoda por el viento». «Había que hacer algo, algo sólido y a la vez fácil de transportar», comenta el propietario de LODI. Así que se puso a trabajar en una estructura modular de metal ligero y suelo de madera, que «puede ser transportado e instalado por un camión grúa, y retirado con facilidad». En este caso ocupará dos plazas de aparcamiento; la parte que da a la acera y por la que accederán los camareros estará abierta completamente. Las laterales se cubrirán con vidrio y la más cercana a la calzada, con estores, «para que haya ventilación». Además, esta terraza cubierta «ofrece más seguridad pues los coches pasan muy cerca» de los veladores.

El proyecto ya ha sido presentado en el Ayuntamiento para que lo dé de paso y «ya hay otros hosteleros interesados en la instalación de este tipo de módulos», pues será la manera que tengan los empresarios de hacer algo más de caja en esta época de pandemia y restricciones en el interior de los locales. «Queremos que nos dejen tenerla de forma permanente y durante un tiempo razonable, porque si es para un mes a lo mejor no vale la pena», comenta Luis.

Además, para decorar la terraza de Casa Martín, que se colocará la próxima semana, están trabajando los muralistas de Sergare, Sergio y Gabriel, que imprimen su arte «en colores neutros», que es lo que ha reclamado el Consistorio para que no desentone con el entorno.