La tradición gana en el Enclave

G.G.U.
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La plaza de la Libertad y el paseo Marceliano Santa María volvieron a ser el epicentro de un festival cuya fórmula no se agota. Hoy es el último día de esta vigésima edición, que a las 21.00 horas echará el telón con el pase final de Baraka Cirque

La tradición gana en el Enclave - Foto: Patricia González

S i la «feria de curiosidades» que la compañía catalana Tombs Creatius ha instalado en el paseo Marceliano Santa María para compartir con el público burgalés El extraño viaje del señor Tonet se hubiera colocado trescientos años antes en el mismo sitio, el resultado tampoco habría sido distinto: colas de niños -y adultos- ansiosos por su turno para meter canicas de distintos tamaños en uno de los variados circuitos de madera y disfrutar del recorrido, que se sirve de láminas de metal y otros recursos para encandilar. Lo sencillo, bien pensado y trabajado, funciona, y así lo demuestra el EnClave de Calle en cada edición.

El anexo al Espolón volvió a ser ayer uno de los escenarios más concurridos de un festival en el que el ingenio, el teatro y el circo van de la mano, con paso firme y éxito. Así lo muestra el lleno total de Cirkomotik, una propuesta de la compañía aragonesa Almozandia en la que decenas de personas se agolpaban para poner a prueba su coordinación, motricidad o equilibrio en un repertorio de juegos artesanales y, de nuevo, a base de madera.

La cita casi otoñal con las artes se ha convertido en los últimos años en una ocasión para ir más allá de la diversión y aprovechar los espectáculos para tratar con el público infantil temas en los que buena parte de la sociedad se resiste a entrar. Es el caso del reciclaje, por ejemplo, que en algunos casos se toca de refilón, pero que en otros forma parte de la actuación. Así ocurre en Matraka ma non troppo, una demostración de que no hay objeto sobre la faz de la tierra que no se pueda aprovechar para algo tan bello como la música. Por muy difícil que parezca, como bien indica el protagonista con afirmaciones tales como «si me veis rojo no pasa nada, si me veis azul ya hay que empezar a preocuparse».

La esencia es la misma en la plaza de la Libertad, otro de los enclaves de éxito: carruseles ecológicos en los que los padres han de arrimar el hombro, pesca en la fuente o atracciones de feria con materiales nobles e historias fascinantes, como El viatge o La deliciosa corrala. Todas (salvo Matraka ma non troppo) repiten hoy en los mismos emplazamientos, a los que hay que añadir otros como la Isla, el Parral (con circo para adultos) o la novedad del entorno del CAB. Esta vigésima edición echará el telón a las 21.00 horas, con el último pase de Baraka Cirque en El Parral.