La supervivencia a pesar de todo, el grito de horror ante una situación incomprensible, la necesidad de evasión, la incertidumbre ante el mañana, la seguridad de que algunos están perdiendo la cabeza, la esperanza puesta en los placeres cotidianos de la vida... El coronavirus coloca en una rueda de reconocimiento al pasado, presente y futuro de la sociedad y la Asociación Entredessiguales saca sus bártulos para realizar su propia interpretación. No se trata de identificar a los culpables, pero sí de llevar al lienzo las emociones que afloran en estos tiempos extraños y cómo las digiere cada cual. Las pinturas y fotografías resultantes visten las paredes del bar Maneli (Fernán González, 36) durante septiembre, octubre y estos coletazos de agosto.
«Queríamos reflejar cómo vivíamos antes de esta crisis sanitaria mundial, cómo lo hacemos ahora y cómo lo haremos. Vivíamos por encima de nuestras posibilidades, nos creíamos inmortales y, de repente, llega un virus que sobrevive a la gente y nos compromete la vida en todos los ámbitos: la economía, las relaciones sociales, la cultura... Todo», observa Álvaro da Silva, erigido en portavoz de la veintena de colegas que intervienen en Continuará y geriatra de profesión.
De este hilo tiran todos, pero cada uno lo teje a su manera. Unos rescatan el carpe diem y encienden los focos sobre los placeres cotidianos olvidados , mientras otros sacan una bola de cristal y en primera plana lanzan el titular La muerte será opcional en 2045, según dos científicos; hay quien regresa a la infancia y consigue que el dragón venza al virus con su lengua de fuego o se pierde en los trazos de la niñez que a tantas ventanas se asomaron durante la pandemia; algunos se quitan el sombrero ante las personas que cuidan al resto, como la propia dueña del establecimiento, que mima a clientes y peregrinos; están los que reivindican la necesidad de evasión, los que manifiestan su espanto haciendo suyo El grito de Munch, los que se refugian en la belleza, de los cuerpos desnudos o de un paisaje al atardecer, y quienes se burlan de las recetas fáciles para conseguir la felicidad... Hay lugar igualmente para la palabra. Tres, que dan pie a unos versos del psicólogo Xosé Ramón García Soto, articulan la exposición: Ilusión, fragilidad y continuará.
Entredessiguales se está quitando la espina este verano del parón de actividad del estado de alarma. Hace unos días clausuraba una exposición en torno a Antonio José, reprogramada tras su cancelación en marzo, y Continuará llega al restaurante de Fernán González ante la imposibilidad de poner en marcha un proyecto en colaboración con la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Burgos. La idea, que esperan retomar, es animar estas instalaciones con propuestas diferentes y periódicas en torno a estos estudios.
No se termina ahí la gira. En lontananza atisban otra muestra coral, de nuevo con tinte sanitario. El Hospital Universitario (HUBU) albergará en octubre Los abrazos perdidos, con creaciones de gran formato y artistas invitados. Un no parar.