Un día más y ya van diez seguidos, Burgos ha lamentado una nueva muerte por coronavirus en hospitales, en esta ocasión en el Santos Reyes de Aranda de Duero. Además, se han registrado 55 positivos más -casi la mitad que el día anterior (97)- y solo uno ha sido diagnosticado en las últimas 24 horas. Según ha informado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, la provincia ha sumado 614 casos en los últimos siete días, y "la tendencia es al descenso".
Casado, sin embargo, ha expresado su preocupación por la situación epidemiológica en Miranda de Ebro. Las zonas básicas este y oeste "nos preocupan", ha indicado en rueda de prensa la consejera de Sanidad, que si bien ha descartado, de momento, el confinamiento de la ciudad, también ha desvelado que tras una reunión ayer con la alcadesa mirandesa, Aitana Hernando, se tomarán nuevas medidas restrictivas.
El Santiago Apóstol de Miranda, de hecho, atiende ya a 24 pacientes con coronavirus, cinco más que ayer. Igualmente ha aumentado el número de ingresados en planta en el HUBU (de 43 a 45), pero hay una persona menos en la unidad de críticos, donde continúan 14. Por su parte, en el Santos Reyes de Aranda hay 15 hospitalizados con covid-19.
Aumenta el número de ingresados con la infección por SARS-CoV-2 en los complejos asistenciales de la provincia pero también la cifra de personas que superan la enfermedad. Según los datos actualizados a las ocho de esta mañana, se han dado otras siete altas hospitalarias, 1.177 en total desde que comenzara la pandemia.
En las residencias de mayores o centros para personas con discapacidad de Burgos, por su parte, la situación parece controlada. Hay dos internos aislados con síntomas compatibles de padecer la infección y otros 73 están en aislamiento preventivo.
"Clara mejoría" en Sotillo. Mientras la Junta se muestra preocupada por la evolución de la pandemia en Miranda de Ebro, la situación es de "clara mejoría" en Sotillo de la Ribera, admite Casado, que ha precisado que, "ni mucho menos, el confinamiento y las medidas restrictivas son un castigo", sino que persiguen disminuir caos, frenar la transmisión y la incidencia de la enfermedad, como queda demostrado en esta localidad ribereña.