La secreta y misteriosa rehabilitación de San Pantaleón

R.P.B.
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La investigadora Mar Rey Bueno, que defiende la vinculación del románico de Losa y Mena con el Santo Grial, gran enigma de la Cristiandad, indaga en una desconocidaintervención arquitectónica realizada en el templo de San Pantaleón en el año 1940

La secreta y misteriosa rehabilitación de San Pantaleón - Foto: Luis López Araico

No hay en la historia reliquia más ambicionada que el Santo Grial, ni misterio más legendario que el lugar al que fue a ocultarse, lejos de codiciosos, indignos e infieles, la copa que Jesús utilizó en la Última Cena, el vaso sagrado sobre el que se han edificado a lo largo de dos mil años todo tipo de fábulas y mitos. Tan poderoso enigma ha ejercido secularmente una atracción magnética: literatos e historiadores han vertido ríos de tinta sobre este arcano universal; también ha sido buscado con ahínco por arqueólogos y por los nazis, aficionados a ciencias ocultas y esotéricas que creían que este cáliz les procuraría poder para dominar el mundo. Hay decenas de teorías sobre el destino final del Santo Grial; hay, incluso, en torno de doscientos cálices repartidos por Europa que reclaman ser la copa original donde mojó sus labios el nazareno antes de ser vendido por Judas. También hay tesis que defienden que la copa sagrada permanece escondida en algún lugar remoto, protegida, a salvo de todo. Una de ellas señala España como destino último del cáliz de Jesús. Según una de estas leyendas, el Santo Grial se conservó en Jerusalén hasta el siglo VII, en que la ciudad cayó en poder de los sarracenos, perdiéndose su rastro hasta que Tierra Santa fue recuperada en el siglo XI, momento a partir del cual las teorías se ramifican: unas señalas que fue trasladado a Génova por los cruzados; otras, que pasó por Antioquía antes de recalar en Roma para, desde allí, y por miedo a la persecución que sufrían los cristianos, ser enviado a España, donde permanece en algún lugar secreto.
Hace más de un siglo que un territorio muy concreto de la provincia de Burgos es identificado como posible morada del cáliz más enigmático de todos los tiempos: se ubica en el norte, en lo que se sugiere como un triángulo mágico de incuestionables resonancias griálicas. Tan insondable misterio podría hallarse escondido a caballo entre los norteños valles de Losa y Mena, y la clave del lugar estaría escrita en el cifrado lenguaje de cantería de los templos románicos de San Pantaleón de Losa, San Lorenzo de Vallejo de Mena y Santa María de Siones, presuntamente relacionados con el cáliz sagrado, los enigmas de los Templarios y el misterioso Priorato de Sión. La investigadora e historiadora Mar Rey Bueno es una de las que más ha abundado en esta teoría, siendo autora del texto ‘El Grial en Burgos’ (año 2004) donde desmenuza todas estas claves.
Hete aquí que, tantos años después, Rey Bueno se halla inmersa en la escritura de una nueva obra relacionada con el Grial y esta zona de Burgos a partir de un descubrimiento sorprendente. «La verdad es que llevaba meses dándole vueltas a escribir un libro de viajes, una especie de recopilatorio con todos los artículos publicados hacía casi dos décadas, cuando compaginaba investigación de archivo con divulgación histórica. Veinte años atrás, recién estrenada la primera década del nuevo milenio, pasé muchos meses en la ciudad de Burgos, trabajando sobre información original del Monasterio de San Juan. En concreto, me interesaba un manuscrito inédito escrito por uno de los frailes boticarios que regentaron su botica, una de las más famosas de aquella lejana España del XVII. Pasaba las mañanas en el Palacio de Castilfalé, sede del Archivo Municipal de Burgos, y aprovechaba las tardes para recorrer la provincia. Hice casi todas las rutas románicas posibles. Entre ellas, las de los Valles de Losa y Mena. Fue así que visité, por vez primera, San Pantaleón de Losa y Santa María de Siones. Y escribí un artículo que, contra todo pronóstico, gozó de gran popularidad en los años siguientes», explica a este periódico.

 

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