Poco a poco el viejo Anduva se ha ido transformando. De aquel estadio en el que más de la mitad de los espectadores vivían el partido de pie, apenas queda nada. Es más, la única estructura que todavía resiste de aquella época en segunda división B parece que tiene los días contados. La dirección del club planea remodelar la grada de tribuna durante el verano del año 2023. Es decir, dentro de dos temporadas, los históricos asientos del feudo rojillo serán sustituidos por una estructura más compleja y moderna.

Esta intervención se añade al compendio de iniciativas que la entidad deportiva ya ha encarado en los últimos tiempos. Particularmente, el club ha invertido casi un millón y medio de euros en cambiar el césped y los focos del estadio de Anduva. 

La nueva grada, que se construirá en el margen oeste del municipal, contará con algunas características un tanto peculiares. Justo encima de los aficionados, el club tiene previsto mantener como hasta ahora una serie de cubículos reservados para la prensa. Además, en la esquina sur de ese lado del campo, el Mirandés reservará su sitio a los vestuarios del equipo local y del visitante.

La obra gana en complejidad por el ambicioso proyecto que la dirección quiere abordar. Sumado al espacio para la prensa y para los futbolistas, la Junta de Accionistas vislumbra crear un gimnasio completo bajo los asientos de tribuna. Este contexto, dotado con las últimas tecnologías en materia de preparación deportiva, necesita un amplio emplazamiento y un soporte técnico nada desdeñable.

Asimismo, el presidente del club rojillo, Alfredo de Miguel, comentó durante la pasada Junta que el Mirandés merecía una sala de prensa «de verdad». El lugar reservado hasta el momento para desarrollar los encuentros entre periodistas y protagonistas tiene unas dimensiones un tanto reducidas. Según puede interpretarse a partir de las declaraciones del dirigente jabato, se dará un aire nuevo también a ese habitáculo. Básicamente, Anduva tendrá unas instalaciones a la altura de la competición profesional.

La grada de tribuna que se aloja todavía solo en la mente de los accionistas rojillos contrasta ampliamente con la remodelación que sufrió la de general. El margen sureste del estadio municipal de Anduva cambió por completo hace seis años. La propiedad del club decidió derribar la antigua bancada para someter la infraestructura a la normativa liguera. De esa manera se creó un nuevo espacio más atractivo y cómodo, donde los seguidores pudieran sentarse.

Ahora bien, aquellas obras tuvieron un carácter mucho más sencillo. A fin de cuentas, bajo la grada de general no hay, literalmente, nada. En palabras del presidente, «está desnuda, por eso es más fácil». En cambio, la intervención en tribuna se antoja, cuanto menos, diferente.

Conforme crece la complejidad del proyecto para la grada de tribuna, también lo hace la inversión que deberá afrontar el club. Más aún si se compara con la iniciativa concluida en la temporada 2015/2016. Eso sí, el balance exacto de las nuevas cuentas no se ha hecho oficial.

En cualquier caso, para  sufragarlo el Mirandés considera conveniente la adhesión de la entidad al fondo de capital de riesgo CVC, a través del programa La Liga Impulso. Gracias a ese acuerdo el club de Miranda recibirá cerca de siete millones de euros por mantenerse en segunda hasta 2023. A cambio, en lugar de pagar los intereses propios de un crédito, el equipo cederá un 8,5% de los beneficios ligueros al fondo privado. Igualmente, si la competición reportara pérdidas, se compartirían en el mismo porcentaje que las ganancias.

Hace seis años se terminó una grada y durante este tiempo el club ha dado pequeños pasos para reestructurar el municipal. La propiedad ha invertido casi medio millón de euros en un césped impecable, con los sistemas de drenaje más modernos del mercado. «Lo traen de Portugal en camiones frigoríficos», comentaba el presidente. Además, los jabatos ahora brillan bajo unos focos homologados por el reglamento de La Liga. Y no solo eso. También se levantó, hace menos de un año, un muro frente a tribuna para separar al aficionado del futbolista. En resumidas cuentas, llegan nuevos tiempos y ya se atisba un nuevo Anduva.