El mayor enemigo del Hereda San Pablo esta tarde es él mismo. Con la Final Eight de Atenas a la vuelta de la esquina y después de la exhibición ante el Herbalife Gran Canaria, corre el riesgo de confiarse en el duelo que le enfrenta hoy (17.00 horas/MD) al recién ascendido Acunsa Gipuzkoa. Sobre el papel, parte como favorito, pero los descuidos en la ACB se pagan caros y Joan Peñarroya ya avisó ayer en la previa que «este partido vale lo mismo que cualquier otro».
Ni siquiera han transcurrido 48 horas desde que concluyera su último duelo liguero y los burgaleses ya tienen ante sí otro desafío. La buena noticia es que jugarán como visitantes en el Coliseum y evitarán el desplazamiento hasta San Sebastián. El motivo de esta extraña tesitura se debe a las obras que están teniendo lugar en el Donostia Arena y obligan al Gipuzkoa a actuar como local en casa ajena. «Es la pista en la que entrenamos, así que algo nos favorece y además nos ahorramos el viaje», apuntó el técnico azulón, que reconoció que le preocupa el poco tiempo de descanso. «Tenemos jugadores con experiencia que lo afrontarán de la mejor manera posible», agregó.

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