Agés, a la moda 'tiny house'

I.P.
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El ilustrador Jorge Martín pone en marcha este tipo de alojamiento rural, inspirado en las casas diminutas americanas, donde solo se puede albergar a 3 o 4 clientes

Agés, a la moda 'tiny house'

El Cocodrilo. Ese es el nombre de la primera casa rural 'Tiny house' de la provincia, un modelo de alojamiento diminuto pensado para una pareja o como mucho para tres o cuatro personas, e importado de Estados Unidos. Bautizar el proyecto como El Cocodrilo no es casualidad, sino que responde a cierta nostalgia o quizás mejor en homenaje al primer libro que escribió e ilustró su creador, Jorge Martín, editado además en francés, y que no iba de otra cosa que de un cocodrilo que se aburre y decide coger la bicicleta y viajar por el mundo, como hizo el propio Jorge hace años por Mongolia.

Martín, tras varios años residiendo en Londres y viajando por otros países, ha regresado a su pintoresco pueblo, Agés, a camino entre la Sierra de Atapuerca y la Demanda y en pleno Camino de Santiago, para seguir desarrollando desde aquí su trabajo que, en todo caso, le hace trasladarse con frecuencia allá donde sus clientes le reclaman, pero que gracias a las nuevas tecnologías le permite echar raíces en la localidad, donde asegura haber encontrado su lugar.

Esas raíces, además, quiere que se expandan por todo el pueblo, porque sus ganas de poner en el mapa a Agés y al entorno de Atapuerca, del que dista apenas 2,5 kilómetros, le llevaron a presentarse a las elecciones del pasado mes de mayo, por lo que Jorge es el alcalde de este pequeño pueblo perteneciente al Ayuntamiento de Arlanzón.

Agés, a la moda 'tiny house' Agés, a la moda 'tiny house'

Martín pretende contribuir a esa 'internacionalización' de la zona y su trabajo de ilustrador considera que le sirve de plataforma para lograr ese objetivo. Además de su propio trabajo, Jorge Martín busca ahora la manera de llevar su filosofía existencial a su pequeña villa y ya, pasados unos primeros meses de acostumbrarse a su nueva vida, comienza a poner sobre la mesa ideas y proyectos para ir llevando a cabo en Agés, involucrando al máximo a los vecinos.

Diversificar. La idea de construir la casa rural, en pleno Camino de Santiago, le surge como otras tantas por su inquietud en generar actividad, él lo llama "poner huevos en diferentes canastas", y porque puede ser un instrumento que aporte dinamismo al pueblo, que su nombre traspase las fronteras locales y que, al amparo también de Atapuerca, pueda recuperar un modelo de vida y de economía que favorezca su crecimiento. 

Jorge Martín reside justo al lado de El Cocodrilo, pared con pared con esta casa que era de la familia, pero la acabó adquiriendo en propiedad. Convertirla en casa rural es una fuente más de ingresos y es cómodo para atenderla al vivir al lado, "solo tengo que salir con la llave, entregarla y dejar a los clientes que disfruten de ella", dice.

Al planificar el alojamiento rural, como la superficie del inmueble es pequeña, apenas tiene 34 metros cuadrados, decidió apostar por el modelo 'Tiny house', movimiento arquitectónico que aboga por vivir en pequeñas casas y de manera simple.

Este movimiento, que se ha ido extendiendo por todo el mundo, incluye además optar por un modelo de sostenibilidad medioambiental y energética, con paneles solares y biomasa, y eso es lo que ha hecho este ilustrador autónomo en la casa rural El Cocodrilo, diseñada por el estudio de arquitectura META2020 de Burgos. Esas serán sus fuentes de energía, pero es que la propia construcción cuenta con todos los elementos aislantes en puertas, ventanas y paredes para protegerla del frío, además de haber recuperado sus materiales originales y otros reciclados que ha conseguido de vecinos de Agés, destacando fundamental la madera como elemento principal; pero también ha rescatado baldosas antiguas, tanto para los suelos interiores como para el exterior, la zona de acceso, en la que destaca a la vista la piedra y la madera de la fachada, manteniendo la arquitectura rural típica de Agés, un esfuerzo común de todos los vecinos, lo que ha permitido dar al pueblo uniformidad en todos sus inmuebles.  
"La casa está hecha con muchísimo mimo, cariño, casi de forma artesanal como se hacían los hogares en la Edad Media", afirma un orgulloso Jorge Martín, que ya tiene desde hace unos días dada de alta la casa rural en la Junta de Castilla y León, y la primera reserva, de una tía y sobrina que vendrán desde Singapur a hacer el Camino de Santiago.