«He querido hacer una película que emocione"

Juana Samanes
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Desde el principio de su carrera cinematográfica no concibe escribir una historia sin su buen amigo y colaborador de guion Luis Moya

«He querido hacer una película que emocione y anime a la ge

Al director madrileño Miguel Ángel Jiménez su pasión por el cine le ha llevado a viajar, y rodar, por diferentes países del mundo. En su último drama, posiblemente la película más personal de su filmografía, Grecia, en concreto una de sus islas, es el lugar elegido por una mujer enferma para encontrar la paz y el amor.
 

He leído que su madre y su forma de afrontar la vida y la muerte fueron la fuente inspiradora de este drama. ¿Es así?
Llevábamos muchos años con la idea de esta historia en la cabeza, y la experiencia de la tragedia que le sucedió a mi madre me marcó muchísimo y me animó a escribirlo con mi coguionista Luis Moya. De algún modo he convertido mi peor pesadilla en algo hermoso que he compartido con mucha gente.

 

Su filme se estrena en una situación en que la muerte no se ve como algo probable sino como posible a corto plazo. ¿Cree que va a entenderse mejor en estos momentos o que los espectadores no están para muchos dramas?
Soy un autor libre, por lo que no estoy obligado a contentar a los espectadores, que no son mis clientes. Lo que hago es una propuesta que espero les emocione y me gustaría que les sirviera para animarles, cuando acabe esta pandemia, a volver a viajar y a llamar a esa persona a la que han descuidado en sus relaciones.

 

En esta película se transmite que, a veces, los familiares de una persona enferma toman decisiones que nunca aprobaría el interesado.
Eso a mí me ha sucedido. De algún modo estamos educados y condicionados con unos códigos de comportamiento. Yo creo que las personas tienen que tener libertad para hacer lo que desean. Y, a veces, la familia intenta conducir una situación que hace más bien a esa familia que a la persona que está sufriendo.

 

¿Por qué el país elegido fue Grecia y por qué la isla de Nisyros?
La isla la conocimos porque asistimos, hace años, a unos encuentros de guionistas europeos. Fue allí donde, dando una vuelta con la moto se me ocurrió y le dije a mi compañero Luis que me gustaría escribir una historia que se desarrollase en ese enclave paradisiaco.

 

¿Y cómo fue la elección de la actriz Emma Suárez, fantástica en el papel protagonista?
Emma fue la primera elección y la única. No sé que hubiéramos hecho si hubiera dicho que no. Le presentamos el guion y dijo sí antes de contar con el apoyo financiero.

 

La fotografía de la película es una maravilla e, incluso, el título, Una ventana al mar, y alguna imagen, recuerdan el célebre cuadro de Dalí. No sé si ha sido algo buscado.
La fotografía es de Gorka Gómez Andreu, que es muy amigo mío y mi habitual colaborador. Ambos queríamos recalcar las diferencias entre el Bilbao nublado y oscuro frente a la luz y la belleza de la isla.

 

Da la impresión de que el paisaje y la placidez de rincón les hizo estar a todos muy cómodos.
Nisyros es una una de las islas griegas más desconocidas, pero cualquiera podría imaginarse viviendo allí. La gente nos acogió muy bien, y siempre me ha parecido que con los griegos nos asemejamos más que con los italianos. Creo que son un pueblo hermano.

 

Usted casi siempre ha rodado fuera de España. ¿Ello se debe a que encuentra más fácilmente financiación o porque realmente le gusta retratar otros paisajes?
Me encanta estar en enclaves desconocidos para contar cosas personales, sea en Georgia, Rusia o Grecia.