Eurofrits reclama 8 años de cárcel a un exempleado

F.L.D.
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El antiguo trabajador estafó 462.000 euros. La compañía burgalesa le despidió al detectar una serie de pagos a empresas de transporte por viajes no realizados, entre ellas la de su cuñado, para quien pide la misma pena

Eurofrits reclama 8 años de cárcel a un exempleado que estafó 462.000 euros. - Foto: Patricia

A principios de 2016, un exempleado de Eurofrits que había sido despedido denunció que la compañía engañaba a los clientes con la composición de las hamburguesas, cuyo nivel de vacuno era menor del que marcaba el etiquetado. El juez archivó aquella causa al considerar que la mercantil no trataba de lucrarse con el engaño. Esta fue, según sostuvo el antiguo trabajador, la razón de su cese. Sin embargo, la empresa lo achacó a una serie de irregularidades que detectaron en el pago de facturas a transportistas -uno de ellos su cuñado-, a los que pagaba por viajes que no realizaban para quedarse posteriormente con el dinero, en total 462.115 euros. Ahora el Ministerio Fiscal le acusa de un delito de estafa y pide para él tres años de cárcel. Eurofrits, por su parte, reclama ocho.

Según el escrito de la Fiscalía, el acusado, que en el momento del despido era el jefe de logística, pedía a los transportistas que facturasen a Eurofrits por viajes no realizados o que cobrasen más dinero de lo que costaba el servicio. Dicha cantidad la pagaba la empresa y posteriormente le abonaban una parte a él en metálico. 

Según estima el Ministerio Público, la cantidad estafada desde al menos 2003 en connivencia con una de las empresas, cuyo titular era su cuñado,  fue de 390.372 euros. Con otra segunda empresa superó los 71.000. Por ello, pide para cada uno de los tres implicados en este fraude la pena de 3 años de cárcel y devolver el dinero defraudado de manera conjunta en concepto de indemnización. 

Por su parte, Eurofrits suscribe los hechos descritos por el Fiscal y, además, culpa a la empresa del cuñado del exempleado de no haber puesto las medidas necesarias para evitar el delito cometido en su nombre. Por ello, pide para cada uno de ellos 8 años cárcel y a la compañía de transportes una multa de 1.951.862 euros. Para el tercer implicado, reclama 6 años de prisión.

Sufría presiones. El relato del abogado de la defensa del trabajador despedido es radicalmente opuesto. Por un lado, reconoce haber cometido la estafa, pero alega que lo hizo ante las presiones de la empresa. En su escrito, señala que años atrás tuvo conocimiento de la existencia de una cuenta de ‘dinero B’ que, supuestamente, Eurofrits había creado con salidas de productos a clientes que no eran facturadas y cuyo pago se recibía en metálico. Al manifestar su queja, tuvo un primer enfrentamiento con los responsables de la compañía.

Poco tiempo después, según la defensa, cambiaron el sistema fraudulento y, bajo amenazas, ordenaron al acusado que acordara con los transportistas el cobro de  viajes no realizados. Tras advertirles de que lo pondría en conocimiento de las autoridades, le despidieron. El letrado pide, por tanto, la libre absolución, lo mismo que el resto de defensores.