Los nuevos bonos diferencian el consumo en bares y comercios

B.G.R.
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En este último sector solo podrán comprarse un máximo de 10 y hasta 15 en la hostelería

La anterior campaña se puso en marcha a finales del mes de octubre para incentivar las ventas. - Foto: Christian Castrillo

La nueva campaña de bonos al consumo aún no tiene fecha, aunque van limándose los detalles de su desarrollo. Representantes del comercio y la hostelería han planteado que la iniciativa haga una diferenciación entre los dos sectores, propuesta que ha sido bien recibida por los responsables municipales al considerar que tienen necesidades y características diferentes.

De esta forma, se reducirá el número máximo de cheques que pueda adquirir un ciudadano. Será de 10 en el caso del comercio y no de 24 como en la anterior iniciativa. En este sentido, la concejala de Comercio, Rosa Niño, explica que la decisión de aumentar esa cifra se debió a que  la campaña no funcionaba en un primer momento y «había desconfianza entre los comerciantes sobre si iban a cobrar por parte del Ayuntamiento». El importe por bono será de 10 euros, de los cuales cuatro los pondrá el Consistorio y seis el ciudadano. 

En el caso de la hostelería,  se podrán comprar hasta 15 bonos, con un coste cada uno de cinco euros. «Es mejor que vayan en líneas diferencias para que no sea tan confuso para el ciudadano», precisa el presidente de la Federación de Hostelería, Fernando de la Varga, además de que los importes de muchas consumiciones que se realizan en los bares son de menor cuantía que en los comercios.

Tanto la patronal de este sector  (FEC) como la asociación  Centro Burgos creen más adecuado este nuevo sistema, al igual que establecer el límite en 10, ya que de esta forma «se reparten entre el mayor número posible de burgaleses». 

La nueva campaña se lanzará con los 500.000 que no se gastaron para este fin el año pasado y la fecha ha quedado en el aire después del adelanto del toque de queda a las ocho de la tarde. Antes de esta medida, los representantes de los comerciantes pedían que se pusiera en marcha en febrero o principios de marzo, si bien ahora consideran «arriesgado» marcarse una fecha en el calendario dada la situación y ante posibles nuevas restricciones. En el mismo sentido, De la Varga añade que el momento es muy cambiante y en el caso de la hostelería considera que no tienen por qué ponerse en marcha al mismo tiempo que en las tiendas.