"Pensé: ¡dónde nos hemos metido!, pero nos ha ido muy bien"

I.P.
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AL PIE DEL CAMINO (I) | La familia Benítez Fernández ha gestionado durante 10 años el albergue municipal de Agés, mimando a los peregrinos; ahora, Merche y sus hijos inician un nuevo camino, distinto al de Santiago

Merche y dos de sus hijos, Óscar y Ainara; detrás se ve a Pedro en una foto con un peregrino habitual. - Foto: Valdivielso

Merche no es Mercedes Fernández, es Merche a secas. Así la conocen todos los peregrinos que desde hace 10 años han pasado por el albergue municipal de Agés. Y Merche no es solo Merche, es también Ainara. Óscar y Aitor, ellos son sus hijos, la gran familia que el pasado miércoles, 5 de agosto, dejó la que ha sido su vida y su casa en los últimos 10 años. La gestión desde ese momento está en manos de otros hospitaleros, pero nadie en Agés podrá olvidar a la familia Benítez Fernández, que ha sido una más en el pueblo, pero sobre todo para tantos y tantos caminantes, no importa su nacionalidad ni el idioma hablaran, Merche se entendía con todos.

Podía haber seguido unos años más hasta jubilarse en el albergue -que lleva incorporada la gestión del bar- pero pesan los recuerdos, dice Merche, y son muchos, casi todos buenos, pero sobre todo falta él, Pedro, su marido fallecido hace apenas unos meses, en pleno confinamiento, afectado de ELA. Es recordar a Pedro y a Merche se le humedecen los ojos, "es que él llevaba todo, animaba, siempre con muy buen humor... y hasta el último momento ha seguido aquí, ayudándonos y guiándonos", remata Ainara, que forma parte de la directiva de la Asociación. Esa situación ha trastocado sus planes, sin olvidar que los hijos vuelan solos y tienen sus propios trabajos o estudios.

Hace unos días que se abrió otra puerta para Merche y su familia, pero nunca se cerrarán del todo para ellos las de Agés, donde dejan muchos amigos y vecinos que han trabajando para ellos, que han compartido tantas aventuras que es imposible sacudirlas del cuerpo. Emprenden otro camino, pero el de Santiago formará parte de su vida para siempre, porque se meten tan adentro las historias de cada peregrino que es imposible arrancarlas ya del corazón.

Del paro a Agés. ¿Pero cómo llegaron Merche y Pedro al albergue y bar de Agés ?. La anterior crisis económica, allá por 2008 y 2009, dejó en el paro al patriarca de la familia, que trabajaba en la construcción. Con 50 años y tres hijos había que ganarse las alubias y acabaron en el hotel de Zalduendo, donde buscaban gente. Allí les contrataron, pero no pasaron mucho tiempo porque alguien les comentó que el albergue de Agés salía a subasta y que era un buen negocio.

Presentaron oferta y resultó ganadora, así que hasta allí se trasladó la familia, porque el empleo conllevaba vivienda. No conocían nada del Camino de Santiago, ellos que llegaban de tierra de páramo como era su pueblo, Presencio, aunque el mundo de la hostelería no le era ajeno a la madre, que durante años trabajó en la cocina de varios restaurantes. No las tenía todas consigo y fue llegar al pueblo y Merche decir aquello de "¡qué vamos a hacer aquí, si nos vamos a morir de hambre...!".

No solo no se murieron de hambre, sino que el negocio ha ido muy bien, hay que tener en cuenta que al ser municipal, está abierto todo el año al igual que el comedor. "¡La de comidas que hemos dado! A peregrinos, cazadores, visitantes... era una locura, a veces no dábamos a abasto", dicen; de hecho tuvieron que contratar a dos personas. "Nosotros no sabíamos inglés ni na, pero nos entendíamos de maravilla, ríe Merche. "Rico, rico, rico... decían de la comida", añade.

Ainara recuerda que aquellos años no tenían que ver con los de ahora. "Venían grupos, cuadrillas, se juntaban, cantaban, bailaban, muchos repetían, así que nos conocíamos ya y siempre decían, Pedro, Pedro, la guitarra". Él no sabía tocarla, pero la compró para animar, "y desde luego que se animaba esto, era maravilloso, ¡qué cantes, qué bailes... lo hemos pasado genial", apostilla Merche, que añade que incluso la gente del pueblo y los alrededores siempre han venido mucho y la relación ha sido estupenda.