Fue la primera orden que firmó en cuanto puso un pie en el Despacho Oval: el freno en la construcción del muro entre EEUU y México. Joe Biden no dejó nada al azar. La barrera fronteriza fue una de las grandes apuestas de Donald Trump para acceder a la Casa Blanca y su paralización fue toda una declaración de intenciones del nuevo presidente: cambiar completamente el rumbo marcado por el republicano. 

Ese decreto, sumado a una relajación a la hora de pedir visados,  se convirtió en una esperanza de alcanzar el sueño americano para cientos de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que están varados en la ciudad mexicana de Tijuana a la espera de dar el paso definitivo a territorio estadounidense.

«Ojalá que ya no haya más muro porque todos tenemos necesidad, más por nuestros hijo y familias», asegura Cindy, originaria de Honduras, quien a sus 30 años llegó a Tijuana hace un año y medio acompañada de su hijo de nueve, en busca de llegar a Estados Unidos mediante un asilo humanitario.

La mujer, al ver lo complicado de los trámites para solicitar el asilo, decidió, a unas cuantas semanas de su llegada, aventurarse por el mar de Playas de Tijuana y, aunque logró llegar nadando a la Unión Americana, fue deportada el mismo día.

«Ahora tenemos posibilidades para poder cruzar, no solo para mí, sino para otras personas y esperamos que todo salga bien porque con ese muro hay más peligro y más problemas», agrega la ahora residente del albergue Ágape.

A esa división artificial los migrantes la llamaron El muro de Donald Trump, por ser el magnate su principal impulsor, pero los anteriores mandatarios de Estados Unidos también promovieron su instalación.

Desde Bill Clinton (1993-2001) hasta Trump (2017-2020), pasando por George W. Bush (2001-2009 y Barack Obama (2009-2017), la valla fronteriza ha sumado 1.488 kilómetros de construcción que ahora ha ordenado detener Biden.

Esa decisión fue aplaudida por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de «muy bien» el plan migratorio del nuevo mandatario de EEUU y celebró la suspensión de las obras del muro fronterizo.

«No tenemos nosotros nada que objetar, al contrario. Coincidimos que eso es lo que debe hacerse. Lo vemos bien, muy bien», expresó López Obrador apenas unas horas después de conocer la medida. 

Además del paro en la polémica obra, el gobierno de Biden también tiene previsto la supresión del programa Remain in Mexico -Permanecer en México-, que obliga a los solicitantes de asilo en Estados Unidos esperar su trámite en suelo azteca, lo que ha dejado varados a miles de migrantes en la frontera.

Esa es la situación que vive Delis, originaria de Honduras, quien lleva 18 meses viviendo en Tijuana con sus dos hijos, y aunque no trabaja por miedo a la inseguridad en esta ciudad mexicana, desea llegar a Estados Unidos para mejorar su vida. «No se puede pasar por este muro y esto es difícil para las personas que vienen para acá por amenazas, yo veo que esto está bien que no se continúe, porque esto es lo que los detiene», apunta.

Los mensajes a favor de nuevas políticas migratorias impactan en la comunidad migrante de forma favorable, según compartió José María García, director y fundador de Juventud 2000 y coordinador en Tijuana de la Alianza Migrante.

«Vemos de forma positiva que llegando (Biden) se haya quitado esa acción que tenía el ex presidente Trump y ahora se ve que viene con una buena intención, la de quitar el muro», manifestó con una esperanza ampliamente compartida.