El Burgos CF confirmó ayer el cese de José María Salmerón. Su salida estaba cantada hace semanas y lo que se estaba buscando era un acuerdo de rescisión, ya que tenía una temporada más de contrato. «Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo respecto a su contrato, la entidad ha decidido prescindir de sus servicios», señalaba el comunicado blanquinegro.

El entrenador lo sabía desde el lunes, ya que le llegó un burofax a su abogado. A la hora de valorar lo ocurrido no se muerde la lengua y acusa a los mandatarios burgalesistas de no decir la verdad. «Nunca me hablaron de una rebaja, sino de rescisión. Mienten en todo. Antonio Caselli me confirmó hace unos días que no entraba en el proyecto de Michu», asegura el técnico, que antes de que se lo comunicara el máximo mandatario ya sabía que estaba fuera del club.

Salmerón señala que la intención del Burgos CF desde el primer momento fue la de prescindir de sus servicios y que nunca hablaron de ajustar su condiciones económicas a las nuevas circunstancias. Da más datos y asegura que la única diferencia que existía para llegar a un acuerdo en estos últimos días era la forma de pago. «Yo quería que el primer plazo pactado entre ambas partes se pagara cuando firmáramos, mientras que ellos decían que tenía que ser en septiembre. Esa es la diferencia que ha habido. Nunca he querido cobrar todo el contrato en un solo pago», explica.

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