No se trata de una nueva reivindicación, aunque la pandemia la ha puesto de manifiesto más que nunca. Los comerciantes del centro llevan más de un lustro reclamando la llegada de la fibra óptica para poder adaptar sus establecimientos a las formas de consumo del siglo XXI. Sin embargo y una vez que finalizaron las obras de la Plaza Mayor, esta sigue sin aparecer en un momento en el que muchas de las ayudas a la recuperación que ha lanzado la Junta pasan por la digitalización del sector, tal y como subrayan tanto representantes del sector en el casco histórico y la zona sur como la patronal.

«Con esas subvenciones, las administraciones quieren promover la venta online y el comercio electrónico a raíz de la crisis sanitaria, y no tenemos infraestructura para adaptarnos. Es como empezar la casa por el tejado», denuncia el presidente de la asociación Centro Burgos, Raúl Martínez, quien considera que, si ese es el objetivo, «lo primero que tienen que hacer es que la red de internet vaya a una velocidad que nos permita hacerlo». En este sentido, precisa que en la mayoría de los casos se funciona con una línea ADSL, que «no siempre va bien», y que ralentiza desde la subida de un producto a la página web del establecimiento hasta el pago a través de los datáfonos.

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