Acoger, proteger, promover e integrar son los cuatro verbos que ondea la Pastoral de Migraciones de cara a la celebración de la Jornada de las Migraciones, que tendrá lugar el domingo. La delegada diocesana, Hilda Vizarro Taipe, señala que con esta convocatoria quieren centrarse en los extranjeros residentes en la provincia que se encuentran en una situación más vulnerable, muchos personas que han tenido que huir de sus países de origen por problemas políticos y sociales y son solicitantes de asilo. En Burgos, la mayoría de los asilados son personas procedentes de Colombia, Venezuela, El Salvador, Honduras y Nicaragua. El proceso para la concesión de esta declaración puede alargarse dos y tres años y solo el 40% lo consigue.

En una rueda de prensa esta mañana, Vizarro ha observado que los solicitantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua son los que lo tienen más difícil. "Se consideran países hermanos y no se quieren enemistar con ellos", ha destacado. Mientras que con Venezuela rige un plan especial. De este país, precisamente, proceden Franklin José Patiño González y Javid Iglesias, que llevan desde febrero y noviembre, respectivamente, en Burgos en esta situación. Los dos destacan la labor que realizan Accem, Atalaya y Cáritas para ayudarlos a no sentirse tan solos.