¿El dinero adelantado o los enseres? Ante este dilema ha situado una residencia de estudiantes salmantina a tres universitarios burgaleses que tuvieron que abandonar la ciudad charra el pasado 14 de marzo por culpa de la pandemia del coronavirus. Pueden ir a recoger su ropa, sus ordenadores, sus patinetes eléctricos, pero para ello han de firmar un documento por el que dan por finalizada la relación contractual con el centro con fecha de 11 abril, de modo que renunciarían al reintegro de dos mensualidades ya abonadas, una en concepto de fianza y otra del mes de junio, pagada por adelantado.

Los padres de una de las burgalesas afectadas, Mercedes Ortiz -estudiante de Enfermería-, explican la situación. «Nosotros no tenemos por qué renunciar al dinero, en total serían unos 1.600 euros, para que nos devuelvan lo que es de nuestra hija; esto es muy grave», comenta Emilio, el progenitor. La dirección de las residencias Helmántica I y Helmántica II ha obligado a estos padres a acudir a la Justicia. Emilio y su mujer Mercedes denunciaron los hechos ayer ante la Comisaría de la Policía Nacional y se han unido a un nutrido grupo de familias en la presentación de una demanda colectiva contra el centro universitario. Y es que «el dinero que se quedan por no haber prestado ningún servicio asciende a un total de más de 120.000 euros».

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)