El cambio en la regulación semafórica para permitir el giro a la izquierda en el cruce del bulevar con la calle Madrid sería un caos. Ese es al menos el criterio que sostiene el área de Tráfico del Ayuntamiento de Burgos tras haber realizado durante varios días distintas simulaciones que conducen a una misma conclusión: en las horas puntas se produciría una importante congestión de vehículos en los dos sentidos del bulevar e incluso también en la propia calle Madrid. A partir de ahí, lo que se desconoce aún es si el equipo de Gobierno, que es quien ha encargado ese análisis, mantiene su decisión de poner en marcha la prueba piloto que prometió realizar antes de final de año.

Las simulaciones realizadas desde Tráfico, que siempre ha sido contrario a modificar la filosofía con la que los arquitectos suizos Herzog & de Meuron diseñaron el bulevar, vendrían a asegurar que en las horas punta del día se podrían presenciar hileras de coches que llegarían hasta la calle Gumiel de Izán o hasta Timoteo Arnaiz. Es decir, de más de un kilómetro de longitud en cada sentido de la circulación.

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