Acuden a las peñas para abrir las bodegas en fin de semana

I.M.L.
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Ahora, la oficina que atiende a los visitantes prioriza la oferta privada de estas galerías subterráneas

La red de galerías subterráneas es uno de los mayores atractivos del casco histórico de Aranda de Duero. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Si un turista quiere conocer las bodegas subterráneas del casco histórico de Aranda de Duero, a día de hoy tiene que acudir a alguna de gestión privada, gestionadas por empresas del sector turístico o por establecimientos de hostelería. El Ayuntamiento de la capital ribereña tiene dos en propiedad pero una, la de las Caballerizas, sólo se abre para las visitas teatralizadas que ahora no se están haciendo y la otra, la de las Ánimas, lleva semanas cerrada al público al estar realizándose en ella unos arreglos de iluminación y acondicionamiento a causa de algún desprendimiento sufrido. 

Desde la Concejalía de Turismo confirman que esta oferta pronto estará disponible para grupos que lo soliciten con antelación y que la bodega junto a la iglesia de Santa María volverá a abrir, pero sólo los sábados a las 10:30 horas, debiéndola atender el responsable de la Oficina de Turismo, que permanecerá cerrada durante la visita. La escasez de personal está lastrando que cualquier visitante pueda acceder a una de las bodegas subterráneas, porque se cuenta con la llave de dos de las gestionadas por las peñas pero no se puede dejar desatendida la oficina para enseñárselas a los turistas.

Una situación que la edil de Turismo, Olga Maderuelo, quiere paliar de cara a la celebración en 2022 de la Ciudad Europea del Vino en Aranda pidiendo la colaboración de las peñas arandinas. «Cuando me reuní con ellas para presentarles el proyecto de puesta en valor de las zarceras, les dije que reflexionaran a ver cómo podíamos colaborar al año que viene a la hora de la apertura de sus bodegas subterráneas de cara al visitante», explica Maderuelo, consciente de que «son gente voluntaria». «Le comenté que se podría abrir un fin de semana cada una en verano, con un horario y con voluntarios de su peña para tener esas bodegas abiertas», amplía la propuesta del Ayuntamiento la concejala, para sumar esa oferta a la municipal «haciendo una rotación para que a ellos no les suponga una carga de trabajo importante».

Junto a esta oferta, Maderuelo destaca que se van a retomar las visitas teatralizadas «que tanto éxito tienen», en la que los turistas se acercan de una manera lúdica a la historia y patrimonio de la ciudad, más allá de las bodegas subterráneas, declaradas BIC en su conjunto y el máximo exponente del pasado vitivinícola de Aranda. Estas visitas comienzan en la Plaza Mayor, recalan en la iglesia de Santa María y concluyen en la bodega de Las Caballerizas, donde los participantes se cruzan con personajes históricos que guardan relación con la capital ribereña, en un tono distendido y apto para todos los públicos.

La edil de Turismo insiste en la necesidad de ampliar la oferta de bodegas subterráneas visitables con la colaboración voluntaria de los peñistas, con los que tendrá que volver a reunirse para conocer su disponibilidad y cómo materializarla de cara al próximo año. Mientras tanto, Maderuelo recomienda que se acuda a la Oficina de Turismo y consultar antes la disponibilidad de visitar alguna de las galerías municipales para poder organizar mejor cualquier visita.

De forma complementaria, hay hasta seis bodegas subterráneas de gestión privada que sí se pueden visitar, algunas de forma gratuita y otras contratando algún servicio como catas, scape room o una guía turística que, además de mostrar las entrañas de las calles arandinas, ofrece recorridos tanto por la historia de Aranda como de los vinos de la DO Ribera del Duero, ligados desde hace siglos a esas construcciones medievales excavadas directamente en el subsuelo.