Expertos ven «infraexplotado» el potencial de la Demanda

B.A.
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Un informe elaborado por profesores de Valladolid sobre la situación empresarial de la comarca serrana visibiliza las oportunidades profesionales alrededor del patrimonio cultural, natural, el turismo y la agroganadería

Panorámica de Barbadillo delPez con las primeras nieves de este invierno. - Foto: Alberto Rodrigo

La riqueza cultural y natural de la Sierra de la Demanda sigue siendo un campo aún sin explorar para atraer a un turismo sostenible y de calidad y por lo tanto un campo en el que poder mejorar, crecer y generar empleo en el futuro. Así se extrae de un extenso informe elaborado por la Universidad de Valladolid en relación a la situación empresarial de esta comarca burgalesa y que considera que hay un amplio margen para progresar tanto en el ámbito turístico, como en el agroalimentario, los recursos naturales o en la economía plateada. 

Según este trabajo, en la comarca existe una gran concentración de bienes patrimoniales y se observa un amplio déficit, «verdaderamente incomprensible» de marcaje territorial en el plano natural, reducido a La Yecla y a los Sabinares del Arlanza, «cuando La Demanda, debidamente zonificada, reúne unos valores ambientales sobresalientes». El informe también hace referencia a los bienes de interés cultural, entre los que incluye Atapuerca, y que considera «referentes ineludibles» a la hora de proponer el desarrollo de un turismo articulado, sostenible y de calidad. 

Aunque estos bienes han propiciado la aparición de hoteles, casas rurales, empresas de turismo activo o de venta de productos orientados a los visitantes de esta comarca, según el estudio siguen siendo pequeñas empresas «normalmente de autoempleo entendido como un ingreso extra, no de actividad principal, y que salvo excepciones no generan puestos de trabajo asalariados». Según la Universidad de Valladolid, el valor turístico de la Sierra de la Demanda es grande pero la oferta se reduce a los meses de verano. «El potencial de este espacio está infraexplotado, hay que promover actividades turísticas en otoño, invierno y primavera, lo que extendería la temporada de aprovechamiento y también se retendría a la población veraneante más allá de este periodo». Por otro lado, en relación a este sector turístico, considera que sigue siendo necesaria su profesionalización. 

El informe también hace una radiografía del sector agrícola y ganadero. Del primero considera que está «insuficientemente explotado» y que «falta mucho por hacer en el tema de los vinos de la DO Arlanza o con la Marca de Garantía Alubia Roja de Ibeas. En cuanto al ganadero, donde recoge que en la Demanda hay unas 145 explotaciones con 10.500 vacas nodrizas, recoge la importancia de que 'Demanda Vacuno' sea certificada como una marca de garantía. Por todo ello, lejos de considerarse como actividades residuales, estas tienen «una amplio potencial por explotar sobre todo si se ahonda en la calidad y en las prácticas sostenibles». 

Los recursos forestales y el potencial de los nuevos materiales como la nanocelulosa o los textiles a base de madera, es otro de los aspectos en los que este trabajo invita a investigar. Por otro lado, las energías renovables, a partir del aprovechamiento de la biomasa, o la economía plateada, es decir, la atención de las necesidades de la población residente mayores de 65 años, «siguen siendo nichos de negocio aún sin explotar», según recoge. 

RETOS. Más allá de las oportunidades, el trabajo también habla de los retos y de las dificultades a las que se enfrentan sus habitantes y administraciones. Una de ellas es la de superar una identidad difusa y su diversidad funcional y otra la falta de digitalización y cobertura tanto de internet como de telefonía móvil. La dificultad de comunicación terrestre y su peligrosidad debido a la zona montañosa en la que se ubica esta comarca es otro de los aspectos a superar. 

De este informe se extraen otros interesante datos en cuanto a la situación empresarial de la comarca, como las actividades por sectores, siendo la turística, con un 25,8% la mayor; seguida de otras industrias (12,9%); la agroalimentaria (9,7%); la textil (6,5%); maderera y muebles (6,5%); o la agricultura, la ganadería o la construcción, con un porcentaje de 3,2% cada una de ellas. Respecto al emprendimiento en la comarca, por sexos, es ligeramente superior el masculino (58,1%) al femenino (41,9%).