La flor del destino no trata sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), pero esta enfermedad neurodegenerativa e incurable que va atrofiando los músculos hasta impedir las funciones vitales está presente en todo el libro, de principio a fin. Es, de hecho, resultado de la persona que lo inspiró: el fundador de la asociación de afectados de ELA de Castilla y León, el burgalés Jesús Gómez, que falleció en agosto de 2019. «El trébol es el símbolo de la asociación y de Jesús, así que el título parte de esa flor y de ese espíritu que él puso en su vida a todo. Y la idea es esa, que al final siempre va a haber una esperanza», explica el autor, el policía Pablo Ibáñez; amigo y admirador de Gómez, pero también de otras personas diagnosticadas de esta enfermedad tan traicionera como cruel. «Lo mío es fácil; escribo porque me gusta. Lo suyo es otra cosa», dice.
Esa mezcla de admiración y empatía ha sido siempre el resorte que le ha empujado a colaborar con la causa, primero como respaldo al ímprobo esfuerzo de Gómez para hacer divulgación en solitario y luego en apoyo a ELACyL. Para ello, se sirvió de su gran afición: la escritura. En una conversación informal surgió la posibilidad de publicar un libro en el que estaba trabajando y recaudar fondos para la asociación y, así, lo que iba a ser un único volumen se convirtió en una trilogía.
La primera parte, Tres a las seis, se publicó el año pasado e Ibáñez consideró que esta primavera «atípica» era el mejor momento para sacar la segunda. La idea era haberlo hecho en marzo, pero la pandemia obligó a posponerlo y decidió esperar a junio, aprovechando que el 21 es el día mundial de sensibilización sobre esta patología. Por ahora, se han editado 300 ejemplares (ya a la venta por 15 euros en la web de ELACyL y en el puesto de lotería Diana del centro comercial Camino de la Plata) y están pendientes de que la crisis sanitaria acabe para presentarlo en público y formalizar la cesión de todos los derechos a la asociación, que no deja de crecer, a pesar de que la enfermedad también provoca muchas pérdidas.
Pero, haciendo propio el lema de Gómez - ‘Un guerrero jamás se rinde’- el colectivo sigue adelante con el sostén de colaboradores como Ibáñez, quien desvela algunos datos sobre su nueva obra. «Tiene continuidad con Tres a las seis, pero La flor del destino está ambientada en Jerusalén, que es esencia del cristianismo y punto de encuentro con la religión judía y la islámica», dice, aclarando que habla de religión, sí, pero sin profundizar; hay simbolismos, guiños con el primer volumen de la trilogía e incluso con su vida cotidiana. «Al final, he construido un camino para intentar hacer entender el desapego que un afectado de ELA puede llegar a tener hacia todas sus creencias, pero sin hablar de la enfermedad», apunta.
Ahora, Ibáñez ya está trabajando en el libro que pondrá punto y final a la serie, pero no a su vinculación con el colectivo. «Al final de la vida de Jesús me dolía tanto verlo que no estuve todo lo cerca de él que debía, pero lo siento a mi lado. Ha sido y es mi motivación», remata.