El Arzobispado reconoce que se practicaron exorcismos a la joven

Agencias
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En una nota de prensa, la Diócesis afirma, sin embargo, que estos no fueron los causantes del intento de suicidio, ya que este se produjo tiempo antes de los mismos

El Arzobispado de Burgos ha admitido esta mañana en un comunicado que se practicaron exorcismos a una joven, pero ha aclarado que el intento de suicidio no fue consecuencia de los mismos ya que los padres la llevaron a un exorcista "bastante después" de que tratase de quitarse la vida.

"El intento de suicidio de la joven no ha sido consecuencia de los exorcismos practicados, tal como parece deducirse de la información publicada. Según declaraciones de los padres de la joven recabadas por el Arzobispado, la decisión de llevar a su hija a un exorcista de Valladolid fue bastante posterior a su intento de suicidio", señala la Diócesis de Burgos en una nota de prensa.

Según precisa la fuente eclesiástica, los padres de la joven, de 17 años en el momento en el que se produjeron los exorcismos, estaban "angustiados" al ver que después de estar ingresada varias veces en hospitales de Burgos y Valladolid por sus desajustes en la alimentación, su hija "no se recuperaba". Por ello, según dice la nota, "consideraron conveniente llevarla al exorcista en el mes de abril".

El Arzobispado confirma que las sesiones de exorcismo concluyeron en junio de 2014 "con el convencimiento de sus padres de que estaba sanada". Además, añade que, según han indicado los padres, también acudieron tiempo atrás a un exorcista en Madrid pero no recibió ninguna sesión en aquella ocasión.

Por otra parte, la Iglesia de Burgos indica que, según relata el párroco de Nuestra Señora del Rosario, la joven "nunca fue expulsada de la catequesis", así como que este sacerdote "no ha sido confesor habitual de la joven” y no la ha practicado el sacramento en los últimos dos años. Además, el responsable de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario aclara que la agrupación “no ha tenido nada que ver en la decisión de llevar a la joven al exorcista". Señala el Arzobispado también que las personas (seminaristas, profesores...) que han colaborado con los padres lo han hecho "a título personal, nunca por mandato de la parroquia o del Arzobispado".

El Arzobispado burgalés precisa que no ha tenido “nada que ver en el desarrollo de los hechos" y que ha conocido la situación "solo después de lo sucedido, cuando se solicitó un exorcista en Burgos ante los inconvenientes de trasladarse a Valladolid y, posteriormente, tras entrevistarse los denunciantes con el vicario general". La nota aclara que la noticia se basa en una querella interpuesta por algunos familiares de la joven "sin que los acusados hayan recibido todavía notificación judicial".

 

Práctica religiosa.

La nota de la Diócesis de Burgos concluye con el reconocimiento de que los exorcismos son una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia como un derecho de todos los fieles y que el Código de Derecho Canónico exige que el exorcista sea nombrado por el obispo y que valore la oportunidad de realizarlo. En este caso, afirma que el exorcista de Valladolid está legítimamente nombrado por su obispo.