Fin, al menos de momento, a la ligazón entre Fernando Chico y el club de toda su vida, el Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda. El técnico ribereño se despedía en la jornada de hoy lunes del equipo tras 14 años militando en él, y tras agradecer a éste todo lo que es a día de hoy como profesional en el mundo del balonmano. Lo hacía a través de una carta que compartía de forma pública en rueda de prensa, y en la que tenía palabras de recuerdo para su familia, pareja, Don Paco (antiguo profesor suyo en el colegio y pieza fundamental en el desarrollo del deporte arandino que perdía la vida el pasado año a raíz de un infarto durante el primer partido de la temporada), y para todos y cada uno de los compañeros con los que llegó a compartir horas en la entidad preparando hojas de ruta, viajes y entrenamientos a lo largo de su periplo como técnico.
«Espero que nuestros caminos vuelvan a encontrarse», finalizaba visiblemente emocionado un Fernando Chico que, ovacionado al término de su alocución, emprenderá ahora otros proyectos personales además de comenzar a trabajar de forma más activa en una de las empresas de la familia y recuperarse de su reciente operación de rodilla.