El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos realizó en la provincia durante el pasado fin de semana, entre las 17.00 horas del viernes 27 de septiembre y las 6.00 horas de este lunes, un total de 995 pruebas de alcoholemia, con el resultado de 5 pruebas positivas, contabilizándose entre ellas 1 delito contra la Seguridad Vial por el que se instruyeron diligencias, en tanto que los otros 4 positivos restantes se saldaron con denuncias administrativas.
Durante el mismo periodo de tiempo, 16 conductores han realizado la prueba de drogas y estupefacientes, resultando 6 casos positivos, por los que se tramitaron los correspondientes boletines de denuncia por infracción al Reglamento General de Circulación. El total de pruebas fueron realizadas en controles dispuestos en orden a la prevención de la seguridad vial.
La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante pueden conllevar administrativamente hasta 1.000 € de sanción y penalmente podrán ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.