El PSOE y Cs hicieron valer ayer su mayoría absoluta en la reunión de constitución de la comisión de investigación de Aguas de Burgos y el guión que propuso el equipo de Gobierno será el que se seguirá durante las, en un principio, cuatro sesiones en las se dividirá este proceso en el que se indagará en la quema de documentos en la empresa municipal y también en la política de personal y de contratación de obras y servicios desde el año 2011. Se pedirá la comparecencia de 13 trabajadores de Aguas, aunque no hay garantías de que todos ellos vayan a declarar. Más que nada, porque tanto el gerente como el jefe de servicio que, al parecer, propuso la destrucción de los papeles se encuentran de baja. 

Aunque en un principio el bipartito acudió a la reunión pensando en que la comisión de investigación fuera pública e incluso retransmitida, finalmente dieron marcha atrás al entender que no se iba a juzgar el papel desempeñado por los políticos sino por la cúpula técnica de la sociedad. Las cuatro sesiones, en el Salón de Plenos, se celebrarán a puerta cerrada.

La primera de las convocatorias se centrará en la destrucción de documentos y se pedirá la comparecencia del gerente, del jefe de servicio que dio la orden de quemar los papeles y de un oficial administrativo que asume tareas de subjefe de grupo y que también es de la máxima confianza del gerente. Junto a ellos se reclamará la comparecencia de los 3 empleados que obedecieron las órdenes.

En un principio estaba pensado que la primera sesión se celebrara el 19 de julio, pero ese mismo día hay una vista en el juzgado (en relación a una demanda de una trabajadora) y eso podría provocar que se retocaran las fechas (...).

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