La mente del Burgos CF está ya puesta en San Sebastián después de imponerse en Montijo por la mínima y en el añadido. Los blanquinegros se centran en la liga, la competición en la que el conjunto castellano se juega su futuro, y saben que el partido del domingo será muy importante. Visitan el feudo de otro recién ascendido, un equipo que también vivió su momento más dulce el pasado mes de mayo en el Francisco de la Hera de Almendralejo. El conjunto donostiarra es uno de los rivales directos de la escuadra que dirige Julián Calero y se trata de un equipo especial dentro de la Liga SmartBank.
Es el único filial de la Segunda División y le está costando conseguir resultados positivos en el fútbol profesional. En su plantilla sobra calidad y talento, aunque todo eso no lo acaba de trasladar al marcador. Los analistas aseguran que se trata de un equipo que tiene más fútbol que resultados.
El juego combinativo es su principal arma, aunque también en ocasiones una de sus debilidades. El equipo que dirige Xabi Alonso juega cada uno de los balones que tiene en su poder y lo hace en todas las zonas del campo. Cuando el conjunto blanquiazul está acertado, esta apuesta le sirve para dominar y someter a su oponente, pero cuando llegan las imprecisiones se convierte en un problema y una oportunidad para su rival.
Asimismo, la estrategia es uno de los puntos débiles del filial vasco. Los números dicen que muchos de los goles le han llegado en jugadas a balón parado. Es una faceta del juego en la que sufren sobremanera y de la que el conjunto castellano puede sacar partido. Asimismo, esas combinaciones continuas hacen que en muchas ocasiones la Real B pierda en zonas comprometidas, lo que beneficia las contras de su adversario. Será otro de los puntos a tener en cuenta el domingo. Si el Burgos es capaz de presionar con eficiencia y robar puede hacer mucho daño.
Peor como local. La escuadra guipuzcoana solo ha ganado un partido delante de su público y se remonta a la primera jornada liguera cuando se impuso al Leganés. Desde el 14 de agosto no conoce la victoria en su feudo, lo que se ha convertido en un pesado lastre.
Llega a la cita en plena racha negativa y es que ha perdido 5 de los últimos 6 encuentros que ha disputado y ha caído de forma consecutiva en sus dos últimos duelos.
Ambos conjuntos se vieron las caras en la campaña 19/20 cuando militaban en la Segunda División B. En la primera jornada liguera el Burgos empató en Zubieta, en la vigésima, la Real B venció por 0-2 en El Plantío.