El Crucero clama contra una nueva okupación

C.M.
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El Consejo de Barrio urge una solución debido a los problemas de convivencia que esta situación está generando. Este foco se une a los de la fábrica de Lejías El Cid y a los unifamiliares de García Bedoya

La planta baja está tapiada pero en la primera y la segunda viven al menos cuatro familias con menores. - Foto: Valdivielso

El barrio del Crucero vuelve a clamar contra la okupación de otro edificio de viviendas en esta ocasión en la plaza Juan de Vallejo, que está generando problemas de convivencia a los vecinos más próximos. Se trata de un inmueble ubicado en el número 41, que estaba deshabitado y que tiene planta baja más dos pisos.  Ahora viven desde hace meses al menos cuatro familias con menores, según algunas fuentes consultadas. 

Los 'residentes' protagonizan altercados entre ellos e, incluso, han provocado algún incendio, que ha requerido la presencia de los Bomberos. En ocasiones, también sacan enseres a la vía pública como bombonas o ruedas de coches, lo que incomoda a los vecinos colindantes o impide el aparcamiento. "Se oyen muchos gritos y tenemos miedo", explica una vecina.

El edificio se encuentra muy deteriorado. Pueden verse grietas en la fachada y desconchones. Al parecer, no ha pasado la inspección técnica de edificaciones (ITE) con el riesgo que ello conlleva para las personas que se alojan en él al tratarse de una construcción de más de 80 años. También pueden verse enganches a la luz pública hechos por los okupas. 

Desde el Consejo de Barrio del Crucero reiteran la necesidad de buscar una solución a los problemas de okupación que sufre este barrio. Desde hace una década está okupada la antigua fábrica de Lejías El Cid, donde se acumula basura tanto en el interior como en el exterior con el riesgo que conlleva en el caso de que se produzca un incendio y el inmueble está prácticamente en ruina. 

Las personas que residen en las viejas instalaciones han llegado a colocar paneles solares en uno de los tejados sin que para ello hayan pedido permiso alguno al Ayuntamiento y los han conectado a la red pública de electricidad. Los vecinos temen que con el peso se hunda el tejado, que está en malas condiciones, y se produzca un accidente o que los paneles se caigan a la vía pública.

También siguen okupadas desde hace años varias viviendas unifamiliares en la calle Ángel García Bedoya, al otro lado de la autovía, sin que se les haya conseguido desalojar a sus moradores y a ello se suma la reciente invasión okupa en el número 45 de la calle Santa Clara a pocos metros del Crucero. 

Parece que esta práctica se ha ensañado con este barrio. Hace tres años se llegaron a okupar once unifamiliares en la calle Duero aunque después de unos meses los ‘inquilinos’ se fueron por su propia voluntad después de que la constructora presentara varias denuncias en los juzgado. 

Posteriormente, otro grupo regresó para desvalijar lo poco que quedaba. "Ya no sabemos qué hacer con la situación que vive el barrio. En el caso del edificio de la plaza Juan de Vallejo no sabemos de quién es la propiedad pero sea de quién sea alguien deben tomar cartas en el asunto", indicó la presidenta del Consejo de Barrio, Magdalena Aguilar.

Desde la asociación vecinal no descartan solicitar una entrevista con el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, para exponerle la situación del Crucero o contactar con representantes municipales para ver si se lograr una solución. "Es un barrio en el que viven personas mayores y tienen miedo de que cualquier casa que no esté habitada se okupe", indicó.