Pintar con boca, pies... y pasión

J. ORTEGA
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Una nueva exposición de la Casa Municipal de Cultura de Miranda muestra cómo no hay límites para el arte, siempre que se cuente con amor por este

En la exposición se pueden ver obras de diversos estilos y temáticas. - Foto: J. ORTEGA

Cuando hay pasión por algo, no hay muro que nos pueda frenar lo más mínimo. Esta afirmación queda rotundamente demostrada por los pintores que integran la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, una formación que fomenta la superación personal, permitiendo a artistas que, debido a su discapacidad física, ya sea por enfermedades o por accidentes, no pueden utilizar sus manos y pintan con la boca o con el pie; vivir de lo que más aman: El arte.

Mediante la venta de representaciones de las obras originales de estos pintores tan especiales, ya sea en forma de tarjetas de navidad y de primavera, calendarios, libros, agendas, papel de regalo, láminas o puzzles; «cualquier persona puede ofrecer no solo un apoyo económico, sino también el reconocimiento de su arte, que al final es lo que busca cualquier pintor», declara Ricardo Charfolé, director en España de una entidad que, a día de hoy, está presente en más de 70 países.

Los artistas miembros de esta asociación «viven únicamente de su esfuerzo y su trabajo, gracias a la aceptación y el reconocimiento de la calidad artística de sus obras por parte de muchas personas», declara el director en España. Asimismo, estos pintores «detestan» la palabra pena o la caridad, «pese a que muchos de ellos están en silla de ruedas o en una cama de hospital», añade Charfolé.

Este inconformismo también se demuestra desde el seno de la propia asociación, ya que esta «no acepta subvenciones ni ayudas de organismos oficiales». De esta forma, la venta de sus productos se convierte en su «única fuente de ingresos y financiación» que tiene esta institución, tal y como asegura su responsable en nuestro país.

Los orígenes de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie en España (APBP), se remontan al año 1957, cuando el pintor Erich Stegmann y un pequeño grupo de artistas minusválidos físicos de ocho países europeos, crearon «una asociación de auto-ayuda que les permitiera vivir de su trabajo teniendo la seguridad que reporta la independencia económica». Por ende, el objetivo de los miembros de la Asociación es el de «poder vivir exclusivamente de su esfuerzo y de sus trabajo, a través de la aceptación y reconocimiento de su obra», comenta Charfolé. En la actualidad, el resultado de esta iniciativa llegó a ser un movimiento artístico mundial exclusivo, estando presente en 74 países, con aproximadamente 800 integrantes, de los cuales 27 son españoles.

Esta muestra de la capacidad de superación humana en forma de exposición ya ha pasado por capitales de provincia como Palencia, Burgos o Bilbao; y ahora llega a la Casa Municipal de Cultura de Miranda para dar la oportunidad a los mirandeses, hasta el 11 de diciembre, de vislumbrar hasta donde llega la capacidad humana si detrás hay una convicción clara por superarse a uno mismo. Todo un ejemplo.