La Policía Local refuerza el control en la calle Hospicio

L. NÚÑEZ
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Una mayor plantilla permite efectuar más vigilancia, que se traduce en la incautación de armas blancas como navajas o bates. Los efectivos comprueban de cerca que se cumpla el horario de cierre de bares

Las patrullas de la Policía Local de Aranda pasan por la calle Hospicio de forma continua durante todos los días. - Foto: L.N.

Presencia y más presencia de agentes. Es la fórmula aplicada por la Policía Local de Aranda de Duero para controlar las peleas que se vienen produciendo desde hace unos meses en la calle Hospicio, en el barrio de Santa Catalina. Las dos últimas se registraron el pasado fin de semana. La primera se saldó con cuatro identificados. La segunda, con una mujer agredida. Fuentes policiales explican que continuarán con este patrullaje, «reforzando esta calle con todos los efectivos que disponemos». 

Desde el Cuerpo apuntan que seguirán realizando su operativo con patrullas intermitentes continuas a cualquier hora y durante los siete días de la semana en este punto de la capital ribereña. Y, además, «se refuerza a ciertas horas del día». Uno de esos momentos es el cierre de los establecimientos de hostelería. «Todos los agentes disponibles van al cierre de los bares», subrayan al respecto, por tratarse de «una situación algo más complicada a nivel policial».Con ello se consigue «dar seguridad a la zona en la medida de lo posible», así como seguridad para los propios efectivos.

Así las cosas, la Policía Local interviene ante cualquier altercado. El pasado fin de semana, una reyerta multitudinaria en la que llegaron a concentrarse 32 personas a eso de las 6 y 20 de la madrugada coincidió prácticamente con el cambio de turno de los agentes, por lo que los cuatro que acudieron al aviso dado por el Servicio de Emergencias 112, pronto recibieron el apoyo de otros cinco policías que comenzaban su jornada en horario de mañana. 

«se usan armas blancas». Desde la Jefatura de la Policía Local de Aranda advierten de otro problema en este tipo de sucesos: el uso de armas blancas. En los últimos meses, están incautando desde navajas, a cuchillos de cocina, bates de béisbol (algunos artesanales), palos o, por ejemplo, una maza con un mango de más de un metro de longitud y cerca de tres kilos de peso. 

Ante estas circunstancias, los agentes proceden a levantar actas de denuncia y propuestas para sanción por la ley de seguridad ciudadana. Lo incautado se manda a la Subdelegación del Gobierno en Burgos. En cualquier caso, fuentes policiales subrayan que el hecho de que ahora se requisen más armas blancas se explica por el mayor número de controles que se están efectuando ya que desde el verano cuentan con 16 agentes más. La Policía Local, que debería sumar 52 efectivos, estuvo durante dos años con apenas 18 puestos cubiertos. Hace unos meses la plantilla prácticamente se duplicó  y, con ellos, el número de intervenciones en distintos ámbitos. 

Asimismo, el empleo de armas blancas en las peleas que tienen la calle Hospicio como escenario ha obligado al Cuerpo a tomar aún más precauciones, de forma que todos los integrantes patrullan con chaleco, guantes anticorte, spray o porras extensibles.  

«Nunca hemos dado por hecho que se hubiera acabado el problema con la calle Hospicio, nunca. Ni lo vamos a hacer», recalcan desde la Policía Local arandina. En líneas generales, los propios vecinos constatan ese aumento de la vigilancia. «En la medida que podemos, damos servicio y soporte a esa situación», insisten. 

Una situación que suma varios episodios conflictivos desde el verano. El mes de julio se saldó con 15 detenciones y otras tantas identificaciones a lo largo de tres fines de semana. Desde entonces ha habido actuaciones cada cierto tiempo. En el puente de Todos los Santos, por ejemplo, se registraron otras dos agresiones. En la primera, uno de los golpeados, que posteriormente denunció los hechos, sufrió cortes en el brazo. Unas horas después, otro varón resultó herido con un corte en la cara.