Pasmo es una palabra "muy sugerente" para el arandino Juan López Plaza. Tanto que ha decidido emplearla en el título de su primer poemario: Los días del pasmo. Algo que aplica en todos los sentidos, desde aquel que se queda embobado hasta el que ha perdido la capacidad de recibir estímulos y reaccionar. También "el pasmo lleva un poco al frío, a la enfermedad" y a un sinfín de conceptos que le resultan curiosos.
Este joven poeta de 22 años reconoce que existen muchas cosas que le dejan completamente pasmado. Unas preferiría no tener que creérselas. Otras le fascinan para bien. Lamentablemente, suelen ser mayoría las primeras. Se refiere, por ejemplo, a "quienes confunden la poesía con decir cosas bonitas o ciertas cursilerías". Frente a ello, y de la mano de la ilustradora arandina Marta Pérez Herranz, han elaborado un poemario mimado al detalle. Fruto de su trabajo conjunto, han surgido una serie de poemas con sus respectivos grabados que no se entienden los unos sin los otros.
"Me gustaría que el lector vea un trabajo conjunto. Es inseparable, no se puede llegar a concebir una visión general si miramos las partes por separado", defiende López Plaza, al tiempo que precisa que entre los dos se han encargado de elaborar tanto la portada, como la edición y la colocación de los textos. En cuanto a la temática de sus composiciones, indica que "todo en el poema es forma, todo en el poema es palabra y de la palabra sale lo que el texto aporta al lector".
La pandemia no les ha influido demasiado, más allá de que la creación del poemario ha coincidido en este último año. De hecho, todo surgió en el confinamiento. En la librería Todo Libro organizaron una serie de recitales a través de redes sociales. Le propusieron a Juan que participara. Dicho y hecho. Después llegó la suma con Marta.
Aunque se conocían de antes porque ella había ilustrado algún otro proyecto de Juan, es la primera vez que han trabajado juntos y lo han hecho con el respaldo de una beca de Caja de Burgos. La unión ha resultado un éxito. López Plaza recalca que Pérez Herranz "ha cuidado mucho la edición" y que aunque han tardado algo más de un año en tenerlo entre sus manos "es un trabajo meticuloso, una obra muy revisada y trabajada".
Su inspiración. López Plaza, que ha estudiado Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense y al que sólo le falta presentar el trabajo final de grado, que realiza sobre las canciones populares de Aranda desde un punto de vista literario, admite que le sirve de inspiración el mero hecho de escribir. Entre sus referentes figuran poetas como Hierro o Valente. También su padre, del que ha mamado su pasión por la poesía.