El proceso selectivo de personal en el que está inmerso la Diputación de Burgos, además de polémico, ha dejado una excepcionalidad en la categoría de auxiliar de enfermería, ya que casi el 65% de las plazas propuestas han quedado desiertas. 827 candidatos se presentaron al primer ejercicio para optar a algunos de los 119 puestos ofertados, pero solo 43 superaron ese primer examen, que fue el 3 de octubre en Aranda, y 42 el segundo.

El motivo, según Fernando Ojeda, responsable del sindicato SOI, fue la circunstancia del examen, ya que de 60 preguntas a realizar en 60 minutos todas eran sobre legislación y ninguna sobre asuntos específicos. «El temario estaba compuesto por 20 temas, 4 sobre la Constitución y leyes y 16 relacionados con el trabajo que se desarrolla en ese puesto en concreto, pero no hubo ninguna pregunta referida al grueso del contenido de ese programa», denuncia.

Según Ojeda los exámenes de otras categorías sí que han guardado una proporcionalidad entre las preguntas y los temas que componían la convocatoria. «No encontramos razonable lo que ha sucedido con las pruebas de auxiliar de enfermería ni cómo un abogado ha preparado el examen con ese contenido. En una comisión de régimen interno del 9 de octubre yo ya avisé de que si los aprobados eran pocos consideraríamos como chapuza y fracaso el examen de auxiliar, y el tiempo nos ha dado la razón», comenta. 

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