Merindades: la nevera en la que se vive sin ayuda

A.C.
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En medio del bosque, los vecinos resisten con accesos de kilómetros de pista forestal y sin que nadie retire la nieve

Juanma Velarde, con sus caballos hispanobretones a los que lleva comida a diario. - Foto: A.C.

En más de una pequeña localidad de Las Merindades se han sentido olvidados en estos días en que la nieve llenaba de sonrisas los rostros de los niños y de preocupación, los de muchos adultos. Pero si en algún lugar se pueden sentir peor es en Robredo de Losa, una aldea perteneciente a la junta administrativa de Oteo de Losa y al término municipal de Medina de Pomar. Cuatro caminos suben hasta a sus 895 metros de altitud, pero ninguno está asfaltado y ninguno ha visto pasar por allí una sola quitanieves desde que comenzó el temporal. Nieva sobre mojado, porque año tras año, la situación se repite.

Acostumbrado a ella, Eloy Muñoz bromea a sus 79 años: «La nieve se irá como ha venido», pero no por efecto de las máquinas o cuñas quitanieves. «¿Qué hacemos?, ¿marcharnos de aquí?, ¿a la residencia?», se pregunta. «A Eloy, si le quitas de aquí, le quitas media vida», responde su vecino Juan Manuel Velarde. Eloy, que ha vivido en el pueblo toda la vida, aún tiene arrestos y este martes conducía su todoterreno para acercarse a comprar comida a Medina de Pomar. No salía de Robredo desde Nochebuena.

Si él o su hermana Estelita, de 76 años, enfermaran, una ambulancia no podría acercarse a auxiliarles estos días. La nieve caída desde el pasado día 1, ahora congelada en muchos tramos, calculan que tardará todavía unos diez días en marcharse. Sin nieve, los servicios sanitarios también lo tendrían difícil para superar cualquiera de los cuatro accesos por pistas forestales de zahorra que llegan desde Quincoces y Cabañes; Río de Losa; Oteo de Losa; y Momediano. Cada una de ellas tiene unos 5 kilómetros.

Juanma Velarde y su hijo Javier sortean esta pista de 5 kilómetros cada día para ir a trabajar a Quincoces. Juanma Velarde y su hijo Javier sortean esta pista de 5 kilómetros cada día para ir a trabajar a Quincoces. - Foto: A.C.

Estos días, Juan Manuel Velarde y su hijo Javier, quienes trabajan en Quincoces de Yuso, se ven obligados a utilizar la pista menos peligrosa, la que parte de Momediano y les obliga a realizar un recorrido de casi 20 kilómetros -15 por carretera- frente a los escasos 5 que tienen por Cabañes. Este último camino lo limpió Velarde el día 3 con su tractor y una vieja cuña quitanieves de segunda mano que le consiguió el Ayuntamiento de Medina de Pomar hace años. Pero tras las heladas que comenzaron el viernes, no se ha atrevido a volver a bajar con su todoterreno, por lo escarpado y peligroso del terreno. La pista de Momediano es la alternativa más viable con hielo, pero sortear sus 5 kilómetros lleva un mínimo de 15 a 20 minutos.

Velarde se encuentra año tras año con la negativa de la junta vecinal de Oteo de Losa, de la que depende Robredo, a limpiar la nieve. «El alcalde pedáneo me dice que lo limpie yo, pero me arriesgo a estropear mi tractor, sufrir un accidente estando yo solo en el monte y tengo que pagarme el gasoil», lamenta este vecino, que hasta hace unos meses tenía también a sus padres octogenarios en el pueblo. Mientras, el alcalde de Medina de Pomar, Isaac Angulo, sostiene que la limpieza de la nieve corresponde a la pedanía de Oteo. Ante estas respuestas, Velarde acudirá al procurador del común para que le esclarezca de quién es competencia.

Robredo de Losa perdió su junta administrativa en 1977. Entonces perdió los ingresos de los montes de San Nicolás, Las Campas y La Guardia. Todo el dinero lo percibe Oteo de Losa, que el pasado año contó con un presupuesto de 34.570 euros, de los que 22.500 fueron ingresos patrimoniales obtenidos básicamente de los montes. Velarde comprueba cada año como en Oteo se invierte, mientras Robredo «se hunde».

Eloy Muñoz, de 79 años, y su hermana Estelita, de 76, delante de su casa en Robredo de Losa. Eloy Muñoz, de 79 años, y su hermana Estelita, de 76, delante de su casa en Robredo de Losa. - Foto: A.C.

Pavimentación. «Pasividad, indiferencia, menosprecio...» son los adjetivos con los que Juan Manuel Velarde describe ante el procurador del común el trato que reciben de Oteo de Losa. Así lo expresó en la petición realizada ante esta institución en 2019, solicitando que se asfalte uno de los accesos al pueblo, a poder ser el que sube por Cabañes, dada la cercanía con Quincoces y su Centro de Salud, farmacia y otros servicios.

El procurador ha sido claro en la «recomendación» realizada al Ayuntamiento medinés, al que responsabiliza de esta labor, a tenor de lo que indica la Ley de Bases de Régimen Local. Es el Consistorio el que debe prestar «servicios mínimos» como «el acceso pavimentado a núcleos de población» y, por ello, le recomienda que «articule los mecanismos necesarios para mantener en condiciones óptimas de conservación y utilización el camino público» a Robredo, «incluyendo en su caso su pavimentación en el calendario de actuaciones prioritarias».

Antes de recibir esta recomendación, el Ayuntamiento medinés indicó al procurador que «el estado actual del acceso es bueno». El técnico que realizó el informe subió en julio al pueblo. Velarde le pide que se atreva en invierno con barro o ahora, con nieve helada.