La crisis abierta en Podemos se agudiza. Si ya era público el enfrentamiento entre el concejal de la formación morada, Israel Hernando, y la portavoz en el Ayuntamiento, Marga Arroyo, ayer fue la representante del partido en la Sociedad de Aguas, Ana González, la que se puso del lado del primero para criticar el «individualismo», el «elitismo personal», el «autoritarismo» y el afán de «protagonismo» de la edil. 

El motivo de la última controversia se explica en que 3 de los 4 representantes del partido en el Consistorio (el concejal y los dos consejeros vecinos) habían decidido que fuera Hernando, por su condición de edil y de exconsejero de Aguas, el que representara a Podemos en la comisión de investigación por la quema de documentos en la empresa municipal. La que, previsiblemente, arrancará el lunes o el martes. Sin embargo, Arroyo, que en su condición como portavoz de la formación morada en el Ayuntamiento tiene el poder de la firma y puede tomar las decisiones, se ha «autoregistrado» para ser ella la que participe.

En la comisión de investigación, en la que Podemos tiene derecho a un único representante, solo podía participar un concejal ya que la presencia se restringe a los corporativos (no pueden hacerlo los consejeros vecinos). Y aunque Hernando anunció que sería él, finalmente Arroyo ha registrado su nombre.

La consejera de Podemos denunció que lo que Arroyo ha querido es «obstaculizar que se pudiera hacer una investigación. ¿Por qué? Porque era absolutamente desconocedora del caso. Lo habían trabajado otros compañeros y, en consecuencia, no era la protagonista (...)».

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