La consejera de Sanidad, Verónica Casado, adelantó ayer a este periódico que la Junta prevé que la evolución epidemiológica de Burgos, con tendencia descendente continuada, permitirá suprimir las restricciones específicas para el municipio a partir del jueves 10. Eso corrobora que la hostelería no salvará el puente de la Constitución, pero sí abre la puerta a que puedan llegar a la campaña de Navidad con relativa normalidad (para lo que son las circunstancias). Al mismo tiempo, especificó que en el Consejo de Gobierno de este jueves se planteará la posibilidad de que municipios grandes y con mejor situación epidemiológica que en la capital provincial puedan adelantarse en la reapertura de negocios clausurados; algo que incumbe a Aranda y Miranda, con mejor evolución que la ciudad de Burgos.

Casado adelantó ayer estas informaciones a Diario de Burgos, después de que este periódico pidiera aclaraciones sobre la rueda de prensa en la que tanto Casado como la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, dieron a entender que la limitación de tres personas por reunión se iba a extender a la Navidad. «Proponemos [al Consejo Interterritorial de Sanidad] la perimetración y las reuniones familiares limitadas a seis personas en el ámbito público y privado -y a tres en Burgos-, no a las comidas de trabajo típicas de estas fechas, insistir en que se viaje lo menos posible, insistir en mantener el toque de queda en situación similar a la actual, evitar la asistencia de público a las cabalgatas y las visitas a Belenes, sobre todo en sitios cerrados, no permitir la asistencia a las campanadas en las plazas, permitir las actividades deportivas típicas pero sin público... Esta es nuestra posición, pero estamos tan interesados en el consenso que estamos dispuestos al debate. Nos parece bueno tener unidad de criterio», dijo Casado, literalmente, en una comparecencia telemática celebrada en Valladolid para aclarar, en declaraciones a Diario de Burgos, que estas palabras habían sido «un error de interpretación» y que la propuesta de la Junta para las reuniones típicas de las fiestas navideñas es que el máximo sea de seis personas no convivientes en toda Castilla y León.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)