Comer en el refectorio de un convento de clausura que abre sus puertas al público después de 400 años, almorzar un día concreto huevos fritos con morcilla en casi cualquier bar de Burgos y provincia, recorrer el valle de Caderechas con guía, visitar la fábrica de Mahou San Miguel, descubrir la evolución de las raciones de campaña de los militares, recorrer las encinas truferas de Quintanalara, elaborar pizzas prehistóricas, ir de tapas por Aranda...

La Federación de Empresarios de Hostelería, la FAE, la FEC, la Asociación de Concieros y Reposteros (Acorebu) y las agrupaciones hosteleras de Aranda y Miranda (Asohar y Ruta 09200) han unido fuerzas para vincular la gastronomía a toda la provincia a través de un nuevo festival. "Intro Burgos nace desde dentro, de la propia sociedad, haciendo de los productos gastronómicos el vínculo pero ofreciendo también arte, cultura, patrimonio, naturaleza...", ha explicado esta mañana Fernando de la Varga, presidente de los hosteleros de la capital.

El encuentro se desarrolla a lo largo de todo el mes de marzo con propuestas para el público en general, los más pequeños y los profesionales. La cita arranca este sábado con la apertura de la exposición 'Guisar y comer: de pucheros y platos', que se inaugura en el Museo de Burgos narrando la historia de cómo han evolucionado los utensilios de la cocina a lo largo de la historia. Y a partir de ahí hay propuestas innovadoras que los organizadores esperan atraigan, en su primera edición, a público de Burgos y en adelante a los de fuera: "No hemos podido incluir todas las actividades que teníamos previstas por una cuestión de tiempo, pero eso indica que este proyecto puede crecer y mucho en las ediciones futuras. Más adelante nuestra intención es que sea una cita que sirva también para atraer turistas, porque ese es nuestro objetivo principal a largo plazo", ha subrayado De la Varga. Para este año los organizadores se dan por satisfechos si las 28 entidades que participan quieren repetir el año que viene.

En ese sentido desgranan que el programa tiene un poco de todo, con aforos reducidos y actividades más amplias, en función del evento. Por ejemplo, la comida en el convento de la Madre de Dios, de clausura carmelita en Lerma, estará reducido a un grupo de 30 personas (29 de marzo). Tampoco podrán ser muchos más los que acudan a la cena degustación en el mercado sur, para la que se habilitará el miércoles un concurso en el que sortearán invitaciones (14 de marzo). Y un máximo de 40 personas serán las que puedan realizar la visita guiada a Caderechas (28 de marzo). No así, en cambio, el almuerzo de huevos fritos y morcilla que se instaura para un día en concreto en todos los establecimientos de la provincia que quieran adherirse (14 de marzo), los talleres para elaborar una pizza prehistórica (21 y 22 de marzo) o la escuela de consumidores, prevista para varios días en el mercado.

Toda la programación completa se puede consultar en su página web: IntroBurgos.