El PET-TAC del HUBU atenderá a 3.000 pacientes al año

ICAL
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El nuevo aparato del Hospital Universitario es la mejor herramienta para el diagnóstico y seguimiento de tumores. El coste total de su instalación se eleva a cuatro millones de euros

El coste total de la instalación del PET-TAC en el HUBU se eleva a cuatro millones de euros. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

La consejera de Sanidad, Verónica Casado Vicente, visitó hoy las instalaciones del nuevo PET-TAC puesto en marcha en abril en el Hospital Universitario de Burgos, una herramienta de última generación que mejora de manera notable el diagnóstico por imagen de enfermedades graves y muy prevalentes. Este PET-TAC se suma al instalado en Salamanca, aunque Sanidad ya ha iniciado los trámites para dotar de estas máquinas a los complejos asistenciales de Valladolid y León.

El nombre del nuevo aparato hace referencia a las siglas en inglés de tomografía por emisión de positrones (PET) y a las de tomografía axial computerizada (TAC). La primera es un tipo de estudio por imágenes en el que se utiliza una sustancia radiactiva en pequeñas cantidades llamada marcador (un radiofármaco administrado a través de una inyección intravenosa) que permite evaluar las funciones de órganos y tejidos y se encarga de "iluminar" las partes del cuerpo que presentan ciertas patologías. Por su parte, el TAC, que en el caso del HUBU es de una gran precisión y calidad diagnóstica, consiste en una prueba radiológica que se suma a la anterior y se centra en la morfología anatómica, lo que permite valorar dónde se encuentra una lesión y conocer su tamaño.

Así, según se destaca desde la Junta, la combinación de PET y TAC se transforma en la mejor herramienta para el diagnóstico y seguimiento de tumores, por lo que el 90 por ciento de su actividad es para oncología, pero también tiene aplicaciones para otras áreas, sobre todo cardiología y neurología.

La previsión es que en el HUBU se atiendan unos 3.000 pacientes al año procedentes de Palencia, Soria, Valladolid y Burgos.

Estos equipos son cada vez más sensibles y posibilitan la detección de lesiones más pequeñas, lo que faculta a los especialistas a anticiparse en la terapia y mejorar el pronóstico. Así, tradicionalmente se sabe que el paciente puede ser portador de un tumor por la expresión analítica de determinados marcadores, por la aparición sorpresiva de metástasis o por la presentación de síndromes paraneoplásicos. Sin embargo, en muchas ocasiones no se encuentra el tumor primario sólo con un TAC o una resonancia magnética, de manera que en el momento en que estos tumores manifiesten aumento del consumo de glucosa serán localizados por el PET/TAC (se iluminarán) y tratados convenientemente.

El coste del PET-TAC, sumado la obra, el mobiliario y el equipo, asciende a cuatro millones de euros y ha sido asumido por Eficanza, la empresa concesionaria encargada de estos suministros en el HUBU. El personal encargado de su funcionamiento diario está formado por: cuatro especialistas en Medicina Nuclear -apoyados por un radiólogo-, un radiofarmacéutico, dos profesionales de Enfermería, dos técnicos y un auxiliar administrativo.