El delantero burgalés Diego Abad está de vuelta. Al menos por sensaciones. Así lo ha reconocido el propio futbolista blanquiazul a DBal analizar el regreso a los terrenos de juego del equipo el pasado martes en Guadalajara, pero, sobre todo, tras iniciarse de una vez por todas la definitiva cuenta atrás hacia el play off exprés que la Arandina disputará la próxima semana en la Nueva Balastera de Palencia (sólo quedan diez días).

«La verdad que el parón me ha venido muy bien para recuperarme», ha señalado el ariete en clara referencia a unas molestias que venían lastrando su forma física desde finales de noviembre y que, con dolores similares a los padecidos en el caso de una hernia inguinal, mermaban su rendimiento sobre el césped.

«El problema parte de una debilitación de la parte baja del abdomen», ha aclarado añadiendo además que, tras una pequeña tregua de dos meses, las molestias regresaron en enero hasta que la pandemia obligó a clausurar anticipadamente la liga.

Así, no ha sido sino hasta el tiempo de confinamiento en que la mejoría de Abad, con descanso, ha terminado por ser efectiva. «El parón me ha venido muy bien porque, desde que hemos detectado el problema, he pasado intentando cuidarme todo este tiempo», ha argumentado el jugador.

Un trabajo de dedicación exclusiva que, en su caso, se ha traducido en realizar «seis horas al día o más entre comidas, descansos y ejercicios» para cumplir su plan de entrenamientos. También, en analizar que este curso no ha sido su mejor año. Escenario, que buscará redimir a lo grande con el ascenso.