Red de manipulación de tacógrafos con 'residencia' en Aranda

I.M.L.
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El entramado para trucar los dispositivos que controlan las horas al volante tenía conexiones en Polonia y otros puntos de España como Sevilla y Murcia

En la operación se registraron varios inmuebles, entre talleres implicados y la vivienda y el trastero de los cabecillas. - Foto: DB

Una investigación que abrió la Policía de Bélgica en coordinación con la Fiscalía Federal de este país acabó desarticulando una banda que se dedicaba a manipular tacógrafos cuyos cabecillas residían en la capital ribereña, una pareja compuesta por un hombre y una mujer. Las primeras investigaciones partieron de la información de la Europol, que apuntaban a «la existencia de una o varias personas con domicilio en Aranda de Duero que pudieran estar dedicándose a la manipulación de tacógrafos digitales mediante la instalación de un malware en el software de los aparatos de control», fundamentándose en hasta 85 aparatos supuestamente manipulados, con la fecha y su código de activación.

Junto a esas sospechas, los investigadores de la Guardia Civil contaron con los resultados de varias pruebas documentales, autorizadas por orden judicial, por las que se acordó la intervención, grabación y escucha de los números de teléfono de los dos presuntos cabecillas, de un transportista autónomo «de quien se dice que se publicita en internet ofreciéndose a manipular tacógrafos» y de personas relacionadas con dos talleres, uno en la localidad sevillana de Écija y otro en Murcia capital. Además, se llegaron a geolocalizar varios vehículos y se llegaron a registrar varios inmuebles, entre los que estaban la vivienda y los trasteros en Aranda de los dos responsables de esta red de manipulación de tacógrafos.

Registro de la vivienda. La entrada en la vivienda arandina se produjo el 9 de diciembre de 2020 a las 9 horas de la mañana, según se desprende de un auto de la sección número 1 de la Audiencia Provincial que desestima un recurso de apelación en el proceso judicial, durando esta acción hasta las 14:15. Media hora después, según el relato de los hechos de la práctica de este registro, se detuvo a la mujer, sin que haya trascendido cómo se detuvo al hombre al que también se le considera responsable de esta red. Ambos se les considera «inicialmente como presuntos autores» de un delito continuado de falsificación y otro como colaboradores necesarios de un delito continuado de falsedad documental.

Las escuchas sirvieron en este proceso judicial aún en marcha para deducir, entre otras cuestiones, que «de las diferentes actas de transcripción» que un hombre relacionado con uno de los talleres investigados «a pesar de evitar hablar de manipulación del tacógrafo, existen evidencias sin ninguna duda para dicha instrucción que se encuentra vinculado a la manipulación de tacógrafos, donde recibe diferentes llamadas para hacer y retirar lo que había montado en un pasado, relacionándosele directamente con diferentes empresas con el tacógrafo manipulado».

En esta operación de la Guardia Civil, realizada de forma coordinada en las provincias de Murcia, Sevilla y en Aranda de Duero (Burgos) se llegó a detener en la primera mitad del mes de diciembre de 2020 a 10 personas e investigado a otras cinco por pertenecer a una organización delictiva dedicada a la manipulación de tacógrafos digitales. La organización, entre los que se encontraba algún transportista, manipulaba y vendía los estos instrumentos para que los transportistas pudieran conducir sin cumplir la normativa europea de tiempos de conducción y descansos. Estos aparatos se instalan en vehículos con un peso superior a 3,5 toneladas o que puedan transportar a nueve personas o más.