La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad para los burgaleses al estar ubicada en ella el Ayuntamiento y su proximidad a la Catedral hace que sea uno de los puntos más visitados por los turistas. Durante los últimos años se ha realizado una millonaria inversión en la renovación de su pavimento o el cambio de iluminación. Sin embargo, las columnas de los soportales presentan un aspecto muy alejado de lo que deberían ser, dado que además los bajos ubicados tras ellas acogen numerosos comercios, algunos de ellos centenarios. 

La Asociación de Comerciantes Centro Burgos viene reclamando desde hace tiempo una solución a  las grietas y desconchones que presentan las situadas en la zona más próxima a las calles Cardenal Segura y Sombrerería, así como también a la suciedad que se acumula por la continua presencia de palomas en las proximidades. La situación de alguna de las columnas con enormes grietas y desconchones han salido a la luz en las últimas semanas en las redes sociales. 

Se da la circunstancia de que al otro extremo de la plaza, entre la Casa Consistorial y la confluencia con la plaza de Santo Domingo, las columnas presentan un buen estado. Durante la reforma integral de la Plaza Mayor iniciada en 2018 y concluida en 2019 se aprovechó por parte del Ayuntamiento para actuar en el entorno de su titularidad y los negocios de ese emplazamiento hicieron lo propio en el suyo. El presidente de Centro Burgos, Raúl Martínez, que asistía a las reuniones en las que se coordinaban las obras, ya advirtió de la necesidad de al menos instalar algún elemento disuasorio para evitar que las palomas aprovechen los huecos  que se crean entre las columnas y aniden en ella, algo que sí se hizo en algunas partes de la zona renovada. «Las palomas están causando importantes daños y la suciedad se acumula en algunas zonas de los soportales. Estos animales lo deterioran todo», indicó. 

La concejala de Patrimonio del Ayuntamiento, Sonia Rodríguez, asegura que el Ayuntamiento no puede actuar en esta zona, dado que corresponde a las comunidades de propietarios de las edificaciones y negocios. Sin embargo, desde Centro Burgos consideran que al menos los responsables municipales podrían instar a las citadas comunidades a restaurar las columnas o, al menos, prestarles asesoramiento. «No es excusa para incentivar a que se repare y si no se hace hacerlo subsidiariamente y luego repercutirles el coste», insistió Martínez. 

En algunas de las columnas se ha perdido partes de elementos pétreos y también hay grietas. Las zonas de madera están carcomidas y hace tiempo que perdieron la pátina de pintura y el techo de los soportales acumula suciedad.