Fueron varias denuncias las que pusieron en alerta a los investigadores de la Comisaría Provincial desde hace unos meses. La Policía Nacional sigue de cerca los pasos de una banda organizada que se dedica a robar vehículos altos de gama en diferentes provincias para extraer todas las piezas de valor y ponerlas a la venta en el mercado negro. En lo que se refiere a Burgos, desde hace unos meses se han contabilizado una serie de sucesos de este tipo y algunas de las víctimas han alertado de ello a través de las redes sociales.

En las últimas semanas, la banda ha centrado su actividad delictiva en el robo de vehículos de la marca Seat, concretamente de los modelos León FR e Ibiza FR, que es la gama deportiva. Uno de los más recientes episodios tuvo lugar en la madrugada martes 10 de septiembre en el barrio del Crucero. Según relata a este periódico el propietario, lo había estacionado en la calle y cuando acudió para marcharse a trabajar descubrió su ausencia. A pocos metros de allí, había aparcado, aún en marcha un Volkswagen Golf. «Me llamó la atención porque tenía las ventanillas bajadas y no había nadie en su interior».

Cuando llegaron los agentes a los que denunció el robo, le informaron de que los primeros indicios apuntaban a que los ladrones utilizaron el vehículo que estaba aparcado en esa misma calle y que lo habían abandonado para emprender la huida en el sustraído. Fuentes policiales confirman que no es el único suceso de este tipo en los últimos tiempos y precisan que pueden rondar la decena los vehículos de este tipo que han sido objetivo de la banda. Los propietarios, que en ocasiones son de otras provincias cercanas como Valladolid o Palencia, se han puesto en contacto entre sí a través de internet para aportarse cualquier tipo de información sobre el paradero de sus coches.

Por su parte, la Policía Nacional sigue la pista de este grupo criminal que, según indican, no está radicado en Burgos, sino que podrían tener su base principal en Madrid o Toledo, donde desmontan los turismos para vender las piezas a otros lugares.

El modus operandi recuerda mucho al de la conocida banda del BMW, de procedencia vallisoletana, que hace dos años sustrajo decenas de vehículos en la región.