Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Estamos de vuelta y de Vuelta

16/08/2021

Con un ojo en Gijón y otro en las bicis, así fue nuestro domingo. Ayer la Vuelta llegó a mi barrio, a Gamonal, territorio de sprinters, qué barbaros, maravillosos locos, bravo Philipsen. Ahí siendo una niña me enamoré del ciclismo cuando mis padres me llevaban a ver ¡la llegada de la Vuelta a España a Burgos! Día de fiesta. Ojalá muchos pequeños burgaleses se hayan quedado tan fascinados como yo entonces, y ahora, al ver nuestra ciudad multicolor, invadida por ciclistas, los mejores del mundo. 
Y qué me dicen de lo del sábado. Mariposas en el estómago con esos planos de nuestra catedral emergiendo sobre la ciudad, desde todos los ángulos. Diría que el realizador televisivo estaba tan cautivado por ella como nosotros. ¡Qué belleza! Y no sé si lo podemos decir, pero lo pensamos, la Vuelta a España nunca tuvo una salida tan especial, y mira que las ha tenido originales. 
De la misma catedral. ¡Qué imagen! Miradas de concentración, rostros afilados, brazos tensos aferrados al manillar, sol decadente pero de agosto cayendo a plomo sobre los maillots prietos, segunda piel. Suenan las campanas y su repicar se mezcla con los aplausos, la cuenta atrás, el pedaleo y los ciclistas aprietan los dientes enfilando nuestro casco histórico, dejando atrás la inmensidad de la fachada de Santa María para regresar a los brazos catedralicios apenas 8, 9 minutos después. A 50 km/hora. Roglic, tremendo. Crono explosiva, técnica, sin respiro, subir, bajar, curvear, ni un segundo para disfrutar del escenario. Ya lo hacemos nosotros por ellos. Nuestra ciudad llegando a todos los rincones del mundo. Y nuestra provincia. Hoy Picón Blanco, descubierto por la Vuelta a Burgos, se estrena en la ronda española. Lo único en calma será la salida en Silos. Y con la Vuelta, nuestro regreso a Segunda, 20 años después. Calero prometió un Burgos valiente, sin complejos. Y así fue. Qué pena ese gol y esa ocasión en el 93. Pero estamos de vuelta, y de Vuelta.