«La base militar de Castrillo del Val tiene muchas posibilidades y desde luego vamos a aprovecharlas». Así de rotunda se mostró la ministra de Defensa, Margarita Robles, en una entrevista concedida a este periódico hace aproximadamente un año, coincidiendo con su visita a las instalaciones que el Ejército de Tierra tiene en la localidad burgalesa. Con estas declaraciones, la mandataria quiso dejar claro su compromiso con la provincia, a la que no descartaba enviar más unidades, si bien siempre se mantuvo esquiva a la hora de concretar fechas y número de efectivos. La llegada de la pandemia deja en el aire qué ocurrirá en Burgos a partir de ahora. No obstante, el Boletín Oficial del Estado publicó hace unos días un contrato para la adquisición de material de construcción por valor de 206.611 euros para levantar en el campo de maniobras de Matagrande, ubicado en la sierra de Atapuerca, un polígono de combate para el adiestramiento de soldados.

La construcción se anunció a finales de 2019 y se dio luz verde definitiva el 11 de mayo de este año. El pliego contempla la compra de materiales y herramientas (grava, arena, piedras machacadas, agregados, cerraduras, llaves, bisagras, elementos de sujeción, cadenas y muelles) para edificar un Polígono de Combate en Zona Urbana Reducido. Se trata, según apuntan fuentes del Ejército de Tierra consultadas por este periódico, de «una instalación de apoyo a la instrucción, adiestramiento y evaluación (IAE) de unidades».

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)