30.000 euros para arreglar el Callejón de las Brujas

C.M.
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Costará 30.000 euros. Dos de los seis propietarios harán la obra por su cuenta

Se levantó un muro de ladrillo en la calle por el desnivel hacia las parcelas. - Foto: Luis López Araico

El Ayuntamiento cumple. Si los propietarios de los solares no los mantienen en condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, ornato y accesibilidad, la administración local pone en marcha un procedimiento de ejecución subsidiaria y repercute el coste a los dueños. La maquinaria pública es lenta pero segura. El Callejón de las Brujas (calle Embajadores, en las traseras de la iglesia de Santa Águeda) es un ejemplo de ello. 

Aunque el proceso se inició en el anterior mandato cuando la Concejalía de Licencias la ocupaba Ana Bernabé, no ha sido hasta ahora cuando el Ayuntamiento ha podido adjudicar el arreglo de este entorno para poder proceder a su reapertura. Según explicó el actual concejal de este área, Daniel Garabito, después de notificar la ejecución subsidiaria a los propietarios de las seis parcelas, dos de ellos han decidido llevar a cabo el arreglo. Los otros cuatro no han contestado, de modo que el Ayuntamiento ha decidido recurrir a la ejecución subsidiaria.

El Ayuntamiento cuenta con un acuerdo marco para la ejecución de este tipo de obras con un grupo de constructoras. Tras la consulta a varias de ellas, finalmente los trabajos se han adjudicado a Construcciones Pascual González por más de 30.000 euros. Garabito subrayó que se está pendiente de la firma del contrato e inmediatamente se iniciarán las obras. De manera simultánea se ha puesto en conocimiento de la Comisión Territorial de Patrimonio las actuaciones que se van a llevar a cabo. "A pesar de tener un carácter puntual, la zona está dentro del entorno de protección del Camino de Santiago, que tiene consideración de Bien de Interés Cultural (VIC), señaló. 

Limpieza y cerramiento. Las actuaciones consistirán en el cerramiento de las parcelas, dado que por el momento no se va a edificar, para poder reabrir la calle Embajadores, que se cerró con un muro de ladrillos en 2005 por el Ayuntamiento ante el peligro de ruina  de los edificios aledaños situados frente al muro norte de la iglesia de Santa Águeda. 

Cabe recordar que al principio se trató de una medida provisional hasta que se reconstruyera la zona pero llegó la crisis y tras varios intentos de constructoras de levantar  viviendas finalmente desistieron. Mientras tanto el entorno se ha convertido en un auténtico basurero a escasos metros de la Catedral y el Camino de Santiago, ambos Patrimonio de la Humanidad. 

La decisión municipal de actuar en este entorno obedece a los requerimientos de la Asociación de Vecinos Casco Histórico Alto hartos de la degradación del entorno y con el objetivo de reabrir una calle que está incluida en la guía de calles medievales de España aunque ha perdido este carácter.