Los gimnasios se ven «perseguidos» y valoran más protestas

L.M.
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Los gerentes de los centros deportivos buscarán un frente común a nivel regional para adoptar medidas

Los centros deportivos burgaleses llevan clausurados desde el pasado 12 de enero. - Foto: Valdivielso

Los gerentes de los gimnasios estaban animados. La curva de contagios de la tercera ola va aminorando a buen ritmo, la semana pasada el Congreso de los Diputados acordó declarar al deporte como actividad «esencial» y la Junta ya había mostrado algo de flexibilidad al eliminar la restricción de 25 personas en las iglesias y establecer un aforo de un tercio. Pero, una vez más, los centros deportivos tendrán que esperar su oportunidad para volver a recibir clientes. Desde el pasado 12 de enero sus negocios están cerrados a cal y canto y el sector se encuentra en una situación muy delicada. «Nos sentimos abandonados y perseguidos», denunció ayer Alberto del Val, presidente de la Asociación de Gimnasios de Burgos, que lamentó que la administración regional no haya tenido en cuenta la citada catalogación de «esencial» del deporte.

En materia de apoyo a sus establecimientos, una vez que de momento seguirán sin facturar, Del Val criticó que mientras que a la hostelería sí hayan anunciado medidas económicas, «los gimnasios sigamos a la espera». «Bares y restaurantes lo están pasando mal y es justo que se lo den, pero nos merecemos el mismo trato. Es lamentable», confesó el presidente.

Las sensaciones, admite Del Val, eran buenas de cara a una posible reapertura este lunes. «Teníamos esperanza para volver a trabajar, aunque fuera con restricciones y aforos, pero no ha sido así (...)».

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este martes)