Todas las vidas de Las Llanas

R. PÉREZ BARREDO
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Este espacio urbano, cuya última rehabilitación acaba de estrenarse, ha registrado numerosos cambios a lo largo de los siglos

Aspecto de Las Llanas tras la última rehabilitación. - Foto: Valdivielso

La espléndida y primorosa rehabilitación de Las Llanas es un episodio urbanístico más en la historia de este céntrico y privilegiado espacio. A lo largo de los siglos, ha registrado una impresionante evolución. Se conoce la existencia de construcciones desde mediados del siglo XII, si bien la época de mayor esplendor de esta zona de la ciudad, con la ubicación de palacios de familias de mercaderes adineradas (como a la de los Quintanadueñas) e incluso del inmueble que acogió el Consulado del Mar, se produjo entre los siglos XV y XVI, coinciendo con la edad dorada de la ciudad, cuando Burgos era una de las ciudades más prósperas y florecientes de España y de Europa, y con la ampliación (construcción del cimborrio, de la capilla de los Condestables, de la Puerta de Pellejería) hacia ese espacio urbanísitco del gran icono de la urbe: la catedral de Santa María.

Durante el siglo XVII la actividad en la Llana decayó a la par que hizo el  Consulado pero a lo largo de las décadas posteriores, hasta bien entrado el siglo XIX, hubo construcciones en Las Llanas, algunas incluso adosadas al primer templo capitalino, como acreditan testimonios escritos y artísticos de viajeros y artistas.«Con la eliminación de las viviendas junto a la puerta de Pellejería se obtuvo un diáfano espacio que, de forma constante, ha sido objeto de actuaciones», explica la arqueóloga Fabiola Monzón en un estudio sobre esta zona, quien destaca que el sigloXIX y el primer tercio del XX fueron esenciales para delimitar el espacio tal cual se conoce hoy, con nuevos derribos y un rediseño de la zona. El recién inaugurado, absolutamente necesario para revitalizar un espacio que había se degradado y convertido casi en marginal, es el último y bellísimo episodio de este espacio nuclear.