Preocupación en el seno del Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda por el enésimo contratiempo en su hoja de ruta. El guardameta canario Kilian Ramírez caía lesionado durante el transcurso del último encuentro amistoso ante el San Pablo Burgos al sufrir éste un mal gesto en su rodilla izquierda y su situación parece preocupar seriamente a la entidad ribereña.

Según fuentes del club, el jugador «resbalaba» y «se le iba la rodilla» durante el duelo del pasado sábado ante el conjunto de Nacho González. Motivo éste por el que comenzaba a sentir molestias y por el que se veía obligado a abandonar el cuarenta por veinte antes del final de la primera parte para ceder a Luis de Vega el testigo de acabar la contienda.

De momento no hay diagnóstico fijado para la dolencia. Al jugador se le ha explorado la zona y se le ha sometido tanto a una ecografía como a una radiografía, pero sin conclusiones oficiales. Lo único notorio ahora mismo, y a la espera de recibir cita para la realización de una resonancia que esclarezca el problema, es que la zona «está hinchada», y que «no tiene buena pinta». Al menos a corto plazo, porque «la zona le duele y está cojo».

La inoportuna lesión de Ramírez ha obligado al club a tomar cartas en el asunto para paliar la ausencia momentánea del cancerbero canario. Adrián Hernando, portero del filial, será quien supla momentáneamente a su homónimo bajo palos hasta que éste reciba el alta. El meta ya se ha puesto a disposición de Alberto Suárez.