El año que acabamos de despedir lo recordaremos por la borrasca Filomena en lo que a lo meteorológico se refiere. Sin embargo, esas históricas precipitaciones en forma de nieve no tuvieron su traslación al balance de lluvias, habiendo sido 2021 un año seco, sobrepasando por poco los 500 litros por metro cuadrado, quedándose muy cerca de la media anual en la comarca, que es de 465,6 litros.
Mirando con detalle el año pasado se observa que solo en la mitad de los meses se sobrepasó la media, con enero, febrero, abril, mayo, junio y diciembre como los más lluviosos. El mes de enero, la estación meteorológica de Hontoria de Valdearados, que facilita los datos oficiales a la Aemet, llegó a registrar 13 días de precipitaciones en forma de lluvia y 3 de nieve, con 15 jornadas en las que se llegó a cubrir el suelo con un manto blanco, concentrados entre el 9 y el 20 de enero. Aún así, la precipitación total fue de 68,8 litros, superados en febrero, con 71,8, y quedándose muy cerca junio, con 67,9, mientras que abril y mayo tuvieron una cifra idéntica: 55,4 litros por metro cuadrado. El resto de los meses se quedaron muy lejos de esas cifras.
"Llama la atención que las lluvias se produjeron como en bloques de días, no de forma continuada, llovía mucho unos días y el resto del mes nada", comenta el responsable de tomar diariamente estos datos, Luis Sanz. Como ejemplo paradigmático de esta circunstancia está el mes de agosto, en el que se registraron 26,3 litros de precipitación, mucha para ser agosto, pero todo coincidió en una sola jornada, la del día 31.
Mirando los días de máxima precipitación, el más destacado se registró a las puertas del verano, ya que el 17 de junio el pluviómetro detectó más de 40 litros por metro cuadrado, algo menos de dos litros más que la media mensual de precipitaciones que registra la comarca, que lleva años en torno a los 38 litros. En el lado contrario, el mes más seco fue julio, con sólo cinco días de lluvia en los que no se llegaron a acumular más que 2,7 litros por metro cuadrado.
La tendencia a la desertización del clima, con menos lluvias, es palpable a la vista las estadísticas de las últimas décadas. El cambio climático está dejando registros muy por debajo de los recogidos en 1984 cuando se registró la friolera de 824,7 litros por metro cuadrado, la mayor cifra de las últimas tres décadas, al que siguen 1972 con 709,1 litros, 1997 con 705,1 y el cercano 2018, con 669,6 litros por metro cuadrado, que componen los primeros puestos de la clasificación por volumen de precipitaciones.
En el lado contrario se encuentran los años menos lluviosos, que fueron 2017 (346,9), 2015 (345), 2004 (358) y 1990 (322,7), con lo que 2021 aún queda lejos de ser calificado como uno de los más secos de la historia de la comarca.
EL BAILE DEL MERCURIO. En relación a las temperaturas que se han registrado en la comarca a lo largo del 2021, podemos decir que los días más fríos se concentraron también en los momentos en los que la Ribera del Duero estaba afectada por la borrasca Filomena, con la temperatura más baja el 12 de enero, con -15,5 grados, seguida de los -13 días siguiente o los -11,5 del anterior. Como curiosidad, se da la circunstancia de que la temperatura mínima del año (los -15,5 grados del 12 de enero) coincide en positivo con la máxima de enero, cuando el día 28 el termómetro alcanzó los 15,5 grados.
Buscando las jornadas más calurosas, encontramos que el récord lo tiene el 13 de agosto, con 39 grados, aunque no se quedan lejos los 37 del 11 de julio, los 32 de junio y los 29 del 31 de mayo, antesala de un verano caluroso en exceso.